Comer verduras no tiene que ser aburrido ¡ni muchísimo menos! Llevar una alimentación saludable, variada y barata es más fácil de lo que parece. Tan solo hay que echarle un poquito de imaginación. En esta ocasión, por ejemplo, preparamos un pastel de verduras facilísimo, sano y barato . Una de las principales ventajas de esta quiche de verduras es su versatilidad . Al eliminar ingredientes más pesados como la leche y la nata , no solo conseguimos que sea un plato mucho más ligero , sino también pasa a ser apto para personas que buscan una alimentación más saludable o que deben evitar los lácteos por intolerancia . Esto la convierte en una receta ideal para compartir con amigos o familiares con necesidades alimentarias sin arriesgar el sabor ni la textura del plato. ¿Cómo lo hacemos? Utilizamos una base ya preparada de masa brisa que horneamos previamente . Luego sofreímos las verduras del relleno y luego añadimos una crema hecha a base de zanahoria cocida y huevo. Al utilizar una base de masa brisa ya lista y vegetales fáciles de encontrar en cualquier temporada del año , esta quiche se convierte en la opción perfecta para aquellos días en los que queremos preparar algo rápido, pero delicioso . De esta manera, conseguimos sacar de la ecuación habitual de este tipo de platos la nata y la leche que suelen hacer que sea más calórico y no tan saludable. No dejes de probarlo porque el resultado es espectacular. Lo fantástico de esta receta es que puedes prepararla con las verduras que tengas en la nevera. Sustituye el pimiento y el calabacín por berenjena, pimiento verde, brócoli, espárragos, tomates cherry... ¡todo vale! ¿Con qué servir la quiche de verduras? Si buscas un acompañamiento para esta quiche igual de ligera que ella, toma nota de estas opciones: Ensalada verde fresca: prepara una ensalada simple con lechuga, espinacas, rúcula o cualquier otra hoja verde que te guste. Agrega algunas rodajas de pepino, tomate cherry y adereza con vinagreta ligera. Ensalada de tomate y mozzarella: la clásica ensalada caprese. Corta tomates maduros y mozzarella fresca en rodajas. Colócalos en un plato y espolvorea con hojas de albahaca fresca. Rocía con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. Espárragos al vapor: cocina algunos espárragos al vapor hasta que estén tiernos pero aún crujientes. Sírvelos calientes o fríos con un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal. Guarnición de quinoa: prepara una guarnición ligera de quinoa cocida. Agrega vegetales picados como pepino, tomate, pimiento y cebolla. Aliña con jugo de limón, aceite de oliva, sal y pimienta. Si quieres reducir aún más las calorías de la receta , puedes hacerla sin masa brisa. El relleno cuajará igualmente en el molde y puedes llevarlo tal cual a la mesa.