Pasta y pollo. ¿Hay dos ingredientes que triunfen más en los menús infantiles? Pues nuestra receta de hoy combina los dos, en una receta que es un éxito asegurado: tallarines con boloñesa de pollo . La salsa boloñesa, conocida como ragù alla bolognese en italiano, es una famosa salsa de tomate a base de carne que se originó en la ciudad de Bolonia, Italia. Es un plato icónico de la cocina italiana y se ha popularizado en todo el mundo como uno de los acompañamientos más comunes para la pasta. Aunque existen diferentes variaciones y recetas, la versión original es una salsa espesa y sabrosa que se prepara a fuego lento y generalmente contiene carne picada, tomates, cebolla, zanahoria, apio, vino tinto, leche o crema, y especias como el romero y el tomillo. En nuestra receta de hoy, preparamos una boloñesa con carne picada de pollo . El resultado es más ligero y suave, además de más económico. Si los tallarines son tu pasta preferida, tienes que preparar estas recetas, porque te encantarán. Otras pastas para acompañar con salsa boloñesa La salsa boloñesa es una deliciosa opción para acompañar diferentes tipos de pasta . La elección de la pasta dependerá de tus preferencias personales y de la textura que desees lograr en el plato. Aquí tienes algunas opciones de pasta que suelen ser especialmente populares para combinar con salsa boloñesa: Tagliatelle: este tipo de pasta larga y plana es una elección clásica para la salsa boloñesa. La textura rugosa de la tagliatelle permite que la salsa se adhiera bien, creando una combinación perfecta entre la carne y el tomate en cada bocado. Pappardelle: similar a la tagliatelle pero más ancha, la pappardelle también es una excelente opción para la salsa boloñesa. Su mayor anchura proporciona una superficie más amplia para que la salsa se adhiera y ofrece una experiencia de sabor y textura gratificante. Fettuccine: otra pasta larga y plana que va muy bien con la salsa boloñesa es el fettuccine. Su forma estrecha pero más ancha que el tagliatelle crea una combinación deliciosa cuando se mezcla con la salsa y la carne. Linguine: este tipo de pasta es similar al fettuccine, pero más delgada y plana. Aunque no es tan común como otras opciones, el linguine puede ser una elección ligera y sabrosa para la salsa boloñesa. Penne: si prefieres una pasta corta, el penne puede ser una buena opción. Su forma de tubo con cortes diagonales ayuda a que la salsa boloñesa se adhiera bien y penetre en el interior del tubo, brindando una experiencia de sabor equilibrada en cada mordisco. Garganelli: esta pasta corta y tubular es popular en Italia y también funciona muy bien con la salsa boloñesa. Su forma única y su textura permiten que la salsa se adhiera y se mezcle de manera deliciosa. Lasaña o Cannelloni: si prefieres una pasta rellena, puedes utilizar láminas de lasaña o tubos de cannelloni y rellenarlos con la salsa boloñesa para crear una deliciosa lasaña o canelones. Recuerda cocinar la pasta al dente siguiendo las instrucciones del paquete y, una vez escurrida, mezclarla con la salsa boloñesa caliente para garantizar una combinación perfecta de sabores. Añade queso parmesano rallado por encima para darle el toque final antes de servir. ¡Disfruta de este clásico plato italiano!