Fáciles y sabrosas
Elaboradas con ingredientes, muy básicos, que todos tenemos en nuestras casas como la harina, el azúcar, la levadura, huevos, mantequilla, leche y unas semillas de anís, estas rosquillas son tan sencillas de realizar que todo el mundo puede animarse a realzarlas, incluso los que tienen poca experiencia.
Su elaboración es muy simple: solo hay que mezclar bien todos los ingredientes de la receta y cuando empiecen a espesar, amasarlos con las manos sobre una superficie enharinada. Cuando se forme una masa que no se adhiera a las manos ya puedes parar y dejarla reposar por lo menos durante 2 horas en un lugar tibio y tapada con un paño.
Transcurrido el tiempo, ya podrás formar las rosquillas. Coge porciones de masa, forma bolitas del mismo tamaño, aplástalas ligeramente y hazles el agujero con los dedos.
A la hora de freírlas, para que queden perfectas, es fundamental que el aceite esté caliente, pero no humeante. Ten presente que si la temperatura es excesivamente alta te quedarán doraditas por fuera, pero por dentro no estarán hecha. También es importante, no poner muchas a la vez para que la temperatura no baje y no queden aceitosas.
Finalmente, como en todas las frituras, coloca las rosquillas sobre un papel absorbente de cocina para que escurran y suelten todo el aceite que puedan tener.
Perfectas para comer en familia o con los amigos en cualquier situación, estas rosquillas triunfarán como postre, después de una comida especial, a la hora de la sobremesa, pero también como desayuno y merienda. Te aconsejamos que, en el momento de hacerlas, prepares más de la cuenta porque nadie podrá resistirse ante sus encantos. Será un visto y no visto.
Incluso, si quieres, colócalas en diversas cajitas de metal o bolsitas de papel y ofrécelas a tus seres queridos. Será un regalo de Navidad o de fiesta especial perfecto.
Y si te sobran, cosa poco probable, guárdalas en un recipiente hermético. Te aguantarán en perfectas condiciones varios días.
Ideas y variantes para las rosquillas de anís
- En el momento de preparar la masa puedes aromatizarla con un poco de ralladura de limón o de naranja. Sobre todo, antes de rallar la piel, límpiala bien con un cepillito.
- En lugar de semillas de anís, puedes usar licor de anís.
- Otra manera efectiva de realizar las rosquillas es coger porciones de masa, formar unos pequeños rulitos con las manos, hacerlos rodar sobre la encimera y unir los extremos.
- Nosotros solo rebozamos las rosquillas con azúcar, pero también puedes agregar un poco de canela en polvo. Procura que estén todavía calientes, así se adherirán mejor.