Receta fácil de la abuela: magdalenas de yogur griego esponjosas y con volumen, ¡una delicia para el desayuno!

Mis desayunos no serían lo mismo sin estas deliciosas magdalenas. Y mis hijos piensan lo mismo. Las preparo siempre durante el fin de semana, así las tengo listas para el resto de la semana. ¡No llegan al viernes!

Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil
Cristina Alvarez

Directora de Cocina Fácil y periodista especializada en gastronomía

Magdalenas de yogur
Istock
6 personas
85 min

4

(40 votos)

Técnica:

Horno

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Una buena magdalena es mucho más de lo que parece. Puede ser el complemento perfecto para el café con leche del desayuno, un tentempié dulce a media mañana, la merienda ideal para los niños (y los mayores)…

Y es que da igual el momento del día. Y la verdad es que tampoco hace falta buscar una excusa para hincarle el diente a una esponjosa magdalena. Si te apetece, ¡adelante!

Las magdalenas que te proponemos hoy en Cocina Fácil son una auténtica receta de la abuela. Se elaboran con yogur griego, ingrediente que da a la masa una textura algo más densa y húmeda, supersabrosa. En contraposición, no llevan aceite de oliva (un ingrediente habitual de las magdalenas de pueblo), sino aceite de girasol. Así, su sabor es más suave y ligero.

Lo que sí tienen estas magdalenas –y, para mi gusto, es uno de los elementos que no pueden faltar en este tipo de dulce– es un buen copete de azúcar en la parte superior. ¡Qué gusto cuando muerdes la punta y te llevas un trozo de masa esponjosa y un poquito de esa costra dulce y crujiente que forma el azúcar durante el horneado!

Ingredientes paraReceta fácil de la abuela: magdalenas de yogur griego esponjosas y con volumen, ¡una delicia para el desayuno!

  • 300 gramos de harina
  • 80 mililitros de mantequilla
  • 60 mililitros de leche
  • 60 mililitros de aceite de girasol
  • 4 huevos
  • 150 gramos de azúcar
  • 1 yogur griego natural
  • 1 cucharada de esencia de vainilla (opcional)
  • 16 gramos de levadura química
  • 1 limón
  • Una pizca de sal

1. Funde la mantequilla

Trocea la mantequilla y ponla en un bol apto para microondas. Introdúcelo en el microondas a máxima potencia durante unos segundos (10 como máximo) y retira el bol con cuidado. Comprueba si la mantequilla se ha fundido y si aún no lo ha hecho, vuelve a introducir el bol 10 segundos a máxima potencia. Repite la comprobación (ten cuidado con el bol, puede que esté caliente) y repite el proceso hasta que la mantequilla se haya fundido. No te pases con el tiempo de microondas, la mantequilla también se puede quemar.

2. Bate los huevos con el azúcar

Ralla la piel de limón con un rallador de agujeros finos y resérvala en un plato. Ahora, en un cuenco amplio, casca los huevos y agrega el azúcar. Bate los dos ingredientes con unas varillas eléctricas, hasta obtener una crema espumosa de tono blanquecino. En este momento, agrega la ralladura de limón y remueve de nuevo con varillas manuales hasta que quede integrada.

3. Incorpora el yogur griego

Añade el yogur griego a la mezcla de huevos y azúcar, incluido el suero (ese líquido que se forma en la superficie del yogur). Incorpora también la esencia de vainilla y vuelve a remover con varillas eléctricas. Cuando los ingredientes empiecen a integrarse, ya puedes añadir la leche, poco a poco y sin dejar de batir. Luego, haz lo mismo con la mantequilla fundida y, por último, incorpora el aceite de girasol. Bate unos segundos más para que todos los ingredientes se mezclen e integren bien.

4. Añade los ingredientes secos

Primero mezcla la harina y la levadura en un cuenco. Y luego, agrégalas a la masa de las magdalenas tamizándolas desde un colador de malla fina, dando ligeros golpecitos con la mano para que la harina con levadura caiga en forma de lluvia. Incorpóralas en varias tandas, integrándolas a la masa con varillas manuales o una espátula de cocina. No hace falta que vuelvas a batir la masa, ahora se trata solo de integrar los ingredientes secos hasta obtener una masa consistente y sin grumos.

5. Deja reposar la masa

Tapa el bol donde has preparado la masa con film transparente y llévalo a la nevera, donde deberá reposar unos 60 minutos. Cuando hayan pasado 50 minutos, pon el horno en marcha, a 200º, para que se precaliente.

6. Rellena los moldes

Para que las magdalenas tengan la forma deseada, necesitarás un molde especial, con huecos. Dentro de los huecos, pon las cápsulas de papel para magdalenas y rellénalas con la masa sin llegar a llenarlas del todo. Ten en cuenta que la masa crecerá con la cocción, si las llenas demasiado, la masa se derramará. Lo ideal es llenar las cápsulas hasta 2/3 de su capacidad. Por último, añade una cucharadita de azúcar en la parte superior de la masa.

7. Hornea las magdalenas

Es el momento de introducir las magdalenas en el horno. Baja la temperatura 170º y cuécelas a media altura y sin ventilador durante 13-15 minutos, hasta que hayan doblado su volumen y estén doradas. Retira el molde del horno y deja enfriar las magdalenas, en las cápsulas de papel, sobre una rejilla.

Mis trucos para preparar estas magdalenas

Ahora te voy a contar mi truco con estas magdalenas: como en casa nos gustan mucho, suelo dedicarme a cocinarlas en un ratito del fin de semana.

Primero preparo la masa, que es muy fácil (en realidad se parece mucho a una masa de bizcocho), batiendo los huevos con el azúcar, añadiendo los ingredientes líquidos y luego los secos.

Después dejo que la masa repose en la nevera durante una hora, tiempo que aprovecho para hacer otras cosas, y cuando ha pasado ese ratito de reposo, las horneo. La cocción de las magdalenas es bastante rápida, en 12-15 minutos están listas, porque como la cantidad de masa es poca, se cocinan enseguida.

¡Ah! Si te preguntas por qué dejo reposar la masa en la nevera durante una hora, te diré que es para que el contraste de temperatura sea mayor (la masa fría, el horno caliente) y las magdalenas crezcan más y queden más esponjosas. Claro que también es indispensable que precalientes el horno, ¡no te olvides!

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