Quesillo dulce de coco joven y anacardos. Un postre vegano fácil y delicioso

Un postre suave, cremoso y lleno de contrastes que dejará a tus comensales con la boca abierta.

Aurora Gonzalo
Aurora Gonzalo

Periodista especializada en gastronomía

QUESILLO DULCE DE COCO JOVEN Y ANACARDOS.
QUESILLO DULCE DE COCO JOVEN Y ANACARDOS.
Cocina Fácil / RBA / ANA GARCÍA
4 personas
5 min

3

(41 votos)

Dieta:

vegana

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Sin cocción

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Media

Baja en sodio
Sin gluten
Sin lactosa
Preparación con antelación

Si estás buscando un postre diferente, vegano y lleno de sabor, tengo la receta perfecta. Este quesillo dulce de coco joven y anacardos es una de esas delicias que sorprende por su simplicidad y al mismo tiempo, por lo especial que es. Perfecto para los que quieren algo dulce sin complicarse demasiado, pero sin renunciar a un toque gourmet. Y lo mejor de todo es que, aunque requiere un poquito de tiempo para fermentar, ¡el resultado merece cada minuto de espera!

Un toque tropical en cada bocado. El coco joven es la clave de esta receta. Al ser más suave y tener ese sabor tropical tan característico, aporta una cremosidad irresistible al quesillo. Y cuando lo combinas con los anacardos, que le dan una textura firme y densa, ¡la mezcla es sencillamente deliciosa! ¿Te imaginas servirlo con unos frutos del bosque frescos? No solo le da un contraste de colores espectacular, sino que el toque ácido de los frutos del bosque realza el dulzor del quesillo. Es una combinación que te hará querer repetir.

Además, este postre es completamente sin gluten y sin lactosa, por lo que es ideal para quienes tienen intolerancias o simplemente buscan alternativas más saludables. Te prometo que este quesillo se convertirá en el favorito de tus cenas especiales.

Ingredientes paraQuesillo dulce de coco joven y anacardos. Un postre vegano fácil y delicioso

  • 1 Coco joven
  • 1/2 taza de Agua De Coco
  • 100 gramos de Anacardos crudos con un remojo previo de 8 horas
  • 2 cucharadas de Levadura Nutricional
  • 1 pizca de Sal marina
  • 1 cucharada de Zumo De Limón

1. El batido perfecto

Lo primero es batir todos los ingredientes hasta obtener una mezcla bien suave. Yo siempre recomiendo usar una batidora potente, de esas que hacen que todo quede tan cremoso que casi no necesites colar nada. Bate con paciencia, que los anacardos ya hidratados se integren perfectamente y el coco aporte todo su frescor.

2. Vamos con el fermento

Ahora viene la parte divertida, que es la fermentación. Coloca la mezcla en un bote de vidrio con tapa, pero ojo, no lo llenes del todo. Deja un cuarto libre para que el quesillo "respire". Ponle un paño de algodón limpio encima, sin tapa, y déjalo en un lugar fresco y aireado. Este proceso le da ese toque único que solo los fermentados tienen, y si no lo has hecho antes, ¡no te preocupes! Es muy sencillo y el resultado vale la pena.

3. Un poco de paciencia

Deja que la mezcla fermente entre 8 y 12 horas. Durante este tiempo, los sabores se van a intensificar y la textura se volverá aún más cremosa. Lo ideal es que lo hagas por la noche y lo dejes descansar mientras duermes. A la mañana siguiente, tendrás un delicioso quesillo dulce listo para disfrutar.

4. Servir y disfrutar

Finalmente, lo único que te queda es servirlo con unos frutos del bosque y un toque de hierbas aromáticas frescas. El contraste de colores y sabores va a ser espectacular, y te aseguro que sorprenderás a tus invitados.

Es una receta sencilla, pero con ingredientes que dan juego. ¿Nunca has usado levadura nutricional? Pues es un imprescindible en la cocina vegana, aporta ese toque de sabor que tanto se busca para lograr sabores más redondos. En este caso, además, ayudará a potenciar el sabor del coco y los anacardos, dándole un punto interesante.

Lo bueno de este quesillo dulce de coco y anacardos es que puedes adaptarlo a diferentes momentos. Un postre para cualquier ocasión. Para una merienda ligera, como postre de una cena especial o incluso para disfrutar en solitario mientras te das un capricho. Además, al ser un postre vegano, se adapta a muchísimas dietas y estilos de vida. Y si eres de los que les gusta innovar en la cocina, puedes experimentar con los frutos que le pongas de acompañamiento: desde frambuesas, moras, hasta un toque de menta o hierbabuena que le dará un toque extra fresco.

Ah, y si te sobran, no pasa nada. Lo puedes guardar en la nevera durante un par de días sin problemas. Solo recuerda sacarlo un rato antes de consumirlo para que esté a temperatura ambiente y así lo disfrutes en todo su esplendor. Una pura delicia vegana.

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