Pasos para triunfar
Cremosa y con un sabor intenso y dulzón, la reducción de vinagre balsámico es un auténtico comodín para los cocineros. Muy sencilla de hacer, para que quede perfecta, solo tienes que colocar un vinagre balsámico que te guste en una cazuela pequeña o en una sartén, calentarlo, a fuego medio, y dejarlo reducir hasta que el líquido se haya evaporando ligeramente y se forme una salsa espesa, con una textura similar al caramelo.
Sabrás que la reducción estará en su punto cuando la salsa esté todavía líquida, pero empiece a pegarse a la base de la cazuela o cuando, al pasar el dedo por la espátula o la cuchara, se forme una marca que no se cierra.
Media hora como mínimo
En nuestra receta te indicamos que cocines el vinagre balsámico durante, como mínimo, unos 30 minutos, pero este tiempo dependerá de cómo quieras la salsa. Ten presente que cuanto más tiempo se cocina el vinagre en la cazuela, más espeso y concentrado quedará. Una buena idea es ir probando la salsa y, cuando veas que tiene la textura que deseas, ya la puedes retirar. Piensa, además, que una vez la salsa se enfríe, cogerá más consistencia. En general, para una reducción muy espesa, deberás cocinar el vinagre hasta que quede solo una cuarta parte de la cantidad inicial.
Con ingredientes adicionales
La reducción se puede hacer con vinagre balsámico como único ingrediente, pero también se pueden agregar unos dientes de ajo, ligeramente machacados para que aporten más sabor, y unas ramitas de hierbas aromáticas (tomillo, romero…), que le darán un toque muy especial.
También puedes añadir azúcar y especias, como la canela o el clavo. En cualquier caso, antes de guardar la salsa en el recipiente que elijas, retíralos.
Va bien con todo
Una vez preparada, puedes usar esta salsa de vinagre para acompañar todo tipo de platos, tanto dulces como salados. Como tiene un sabor muy intenso, no es necesario que pongas mucha cantidad, con unas gotitas o un chorrito será suficiente.
Queda perfecta en las ensaladas de todo tipo, en las cremas de verduras, en las menestras, en los gazpachos… y también la puedes utilizar en carnes y pescados a la plancha.
Por otro lado, también será de gran ayuda si tienes invitados a comer y quieres quedar muy bien. Ideal para decorar canapés y entrantes de hojaldre, la puedes servir junto a cualquier queso o a un bloc de foie o de mi-cuit. Colócala al lado, en un pequeño bol, para que todo el mundo pueda probar.
Por lo que se refiere a los dulces, no dudes en verter un chorrito de reducción sobre las fresas, los higos o unos trocitos de melón. Combinan de maravilla. Y si quieres experimentar con sabores en contraste, agrégala en forma de hilo sobre una bola de helado de vainilla o nata. Todo el mundo quedará gratamente sorprendido.
Dos consejos extra para que tu reducción de vinagre balsámico quede sensacional
- No es conveniente dejar el fuego demasiado alto porque los azúcares naturales del vinagre podrían quemarse y dar un sabor poca agradable a la salsa.
- Si ves que la reducción de vinagre balsámico, una vez fría, te ha quedado demasiado espesa, vuelve a ponerla en el fuego y agrega un poquito de agua. Deja unos minutos, siempre a fuego medio, y retira.