7 postres caseros típicos españoles, las recetas de la abuela (de toda la vida)

Hoy reivindicamos esas recetas dulces de antaño que, a pesar de que fueron creadas hace siglos, han llegado hasta nuestros tiempos y nos siguen endulzando la vida. ¿Quieres conocerlas?

Rosa Mestres
Rosa Mestres

Periodista especializada en gastronomía

Flores fritas
Cocina Fácil/RBA/PERE PERIS

Son muchos los postres antiguos que, a pesar de los años pasados, todavía podemos encontrar en nuestro país. Herencia de las distintas culturas que han vivido en España a lo largo de los siglos, principalmente de la árabe que tuvo una gran influencia en nuestra cocina, estos dulces forman parte de nuestra historia gastronómica y, en definitiva, de nuestra cultura.

Pero estos ricos postres no hubiesen llegado hasta nuestros días si no fuera por las abuelas. Ellas, con todo su amor y paciencia, han sabido transmitir sus secretos culinarios a sus hijas y nietas y han conseguido que estas recetas sigan muy vivas en nuestra cocina.

Presentes en muchas partes de España, entre los postres antiguos destacan los deliciosos dulces monacales. Creados por las monjas de forma artesanal en los obradores de sus conventos, para el sustento de su comunidad religiosa, estas recetas centenarias constituyen una auténtica delicia.

Por eso, no podíamos dejar de incluir en nuestra selección las recetas de las yemas de Santa Teresa o los tocinillos de cielo. Si no los has preparado nunca, anímate. ¡Saben a gloria!

1 Buñuelos de viento

Buñuelos de viento
Cocina Fácil/RBA/ORIOL ALEU

Ligados a las celebraciones de Cuaresma y de Semana santa, aunque se pueden comer durante todo el año, los buñuelos de viento se llaman así porque son ligeros y esponjosos. Además, son tan fáciles de hacer, que incluso las personas con poca maña en la cocina saldrán airosas.

2 Huesillos extremeños tradicionales

Huesillos extremeños
Cocina Fácil/RBA/CIRO ARAGONÉS

Con una masa muy parecida a las rosquillas, que también se fríe y se reboza en azúcar, la gracia de los huesillos extremeños es conseguir que tengan la forma de hueso. O sea: que sean cilíndricos y con los extremos más anchos. Se suelen comer en la festividad de Todos los Santos, pero también en Carnaval y en Semana Santa.

3 Leche frita

Leche frita a la canela caramelizada
Cocina Fácil/RBA/ANA GARCÍA

Con una textura cremosa y deliciosa, la leche frita es un dulce muy tradicional en el norte de España. Debe su origen a la necesidad de aprovechar los ingredientes que habitualmente había en las cocinas: leche, harina y huevos. Antes de servir, se espolvorea con azúcar y se carameliza con ayuda de un soplete de cocina.

4 Pestiños

Pestiños de Cádiz rebozados en azúcar
Cocina Fácil/RBA/ ANA GARCÍA

Receta tradicional andaluza de origen árabe, los pestiños se suelen consumir, principalmente, en Navidad. Pueden tener forma cuadrada o rectangular y con las puntas pegadas formando un pañuelo. Según parece, estos dulces fueron mencionados por primera vez en el libro “La lozana andaluza”, en el año 1528.

5 Flores fritas, un dulce tradicional de sartén

Flores fritas
Cocina Fácil/RBA/PERE PERIS

Presentes en casi toda la Península Ibérica, las flores fritas, llamadas en muchos lugares como flores de carnaval, son una verdadera maravilla. Originarias de la cocina sefardí, pueden ir endulzadas con azúcar o miel y, para que queden perfectas, debe usarse un molde metálico especial, de venta en ferreterías.

6 Yemas de Santa Teresa

Yemas glaseadas de Santa Teresa
Cocina Fácil/RBA/ANA GARCÍA

Elaboradas con solo tres ingredientes, yemas de huevo, azúcar y azúcar glas, las yemas de Santa Teresa son uno de los dulces de convento por excelencia. Muy típicos de la ciudad de Ávila, donde se elaboran desde hace siglos, a la hora de hacer estos pequeños bocados, procura que los huevos sean superfrescos. Así quedarán exquisitos.

7 Tocinillos de cielo

Tocino de cielo tradicional
Cocina Fácil/RBA/A.J.J. ESTUDI, S.C.P.

Creados a principios del siglo XIV por las monjas del convento del Espíritu Santo, en Jerez de la Frontera (Cádiz), el origen de los tocinillos de cielo, según cuenta la tradición, está ligado a la elaboración del vino de la zona. Los bodegueros usaban las claras de huevo para la clarificación del vino y donaban las yemas sobrantes a las monjas. Ellas, para no tirarlas, se inventaron este exquisito dulce.