El postre fácil que está infravalorado pero es saludable y sabroso: cuajada casera con miel, la receta de la abuela que siempre sale bien

La cuajada es un postre de toda la vida, ¡y no debería pasar nunca de moda! Con cuajada de sobre es muy fácil de preparar en casa y en Cocina Fácil la servimos al estilo tradicional, con vainilla y miel.

Dani Muntaner
Dani Muntaner
Cocinero

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Cocina Fácil / RBA

Cuajada casera con miel
Cocina Fácil / RBA
4 personas
15 min

5

(9 votos)

Dieta:

Mediterránea

Vegetariana

Temporada:

Todo el año

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Sin gluten
Preparación con antelación

La cuajada es uno de esos postres tradicionales que siempre me preparaba mi abuela. Después, con el paso de los años, me fui haciendo mayor y dejé de comerla, no porque no me gustara, sino porque la veía como un postre viejuno. Qué cosas tiene la vida, ahora ha vuelto a convertirse en uno de mis postres preferidos, por eso quiero reivindicar la cuajada de toda la vida, un postre fácil de hacer, nutritivo, saludable y que es delicioso.

Si a ti también te ha pasado algo similar con la cuajada, desde Cocina Fácil quiero darte un consejo: no la compres en el súper. Aunque algunas de las que venden ya preparadas y envasadas son de buena calidad, no hay nada como la cuajada casera. Además, haciéndola tú siempre podrás ajustar el punto de dulzor del postre (añadiendo más o menos azúcar), el toque de vainilla...

Y no creas que es un postre difícil de hacer, ¡para nada! Necesitas pocos ingredientes (leche, azúcar, vainilla, piel de limón y miel) y la magia está en el sobre de cuajada, que es el que le da la textura tradicional. Antiguamente, la conseguían con cuajo natural, pero la cuajada en polvo es mucho más fácil de utilizar, hay que ser prácticos.

CUAJADA A LA VAINILLA CON MIEL
Cocina Fácil / RBA / ORIOL ALEU

Ingredientes paraEl postre fácil que está infravalorado pero es saludable y sabroso: cuajada casera con miel, la receta de la abuela que siempre sale bien

  • 500 mililitros de leche
  • 50 gramos de azúcar
  • 1 sobre de cuajada
  • ½ vaina de vainilla
  • limón (cáscara)
  • miel

1. Cuela la leche

Haz un corte longitudinal a la vaina de vainilla. Lava la piel de limón. Pon la leche en un cazo con la vaina y la cáscara de limón y caliéntala a fuego suave hasta que rompa a hervir. Retírala del fuego, cuélala con un colador fino y aparta un vaso.

1. Cuela la leche

2. Cuece a fuego lento

Disuelve la cuajada en el vaso de leche que has apartado. Añade el azúcar y remueve para disolverlo. Pon el resto de la leche al fuego y cuécela añadiendo la cuajada poco a poco y removiendo con varillas manuales hasta que espese. Retira del fuego y deja que se temple un poco.

2. Cuece a fuego lento

3. Reparte la cuajada

Reparte la cuajada en cuencos individuales o tazas y espera a que se enfríe del todo. Mételos en el frigorífico hasta la hora de servir. Añade una cucharadita de miel cuando las presentes en la mesa.

3. Reparte la cuajada

El truco

Si lo prefieres, en lugar de miel puedes regarla con caramelo líquido.

Si te gustan los postres tradicionales de la abuela, no te puedes perder estos otros, también son grandes clásicos de la cocina de siempre: magdalenas de aceite, las rosquillas de anís, los buñuelos de viento, las orejas de Carnaval o, cómo no, las irresistibles torrijas, que comparten con nuestro postre de hoy el uso de la miel.

El origen de la cuajada

La cuajada es un postre tradicional de la gastronomía española y también de algunas zonas de América Latina.

Su origen se remonta a la antigüedad, cuando los pastores se dieron cuenta de que la leche, al entrar en contacto con ciertas enzimas naturales, espesaba y adquiría una textura suave y cremosa.

El cuajo natural se obtiene del estómago de los rumiantes jóvenes, que en esta etapa de su vida producen una enzima llamada quimosina (o renina), que les ayuda a digerir la leche materna. En el proceso de obtención de esta enzima se consigue un líquido o polvo con capacidad para coagular la leche, lo que facilita la elaboración de quesos y postres como la cuajada.

Pero el cuajo natural no es el único elemento con el que puedes obtener una textura cuajada. Aquí tienes otras alternativas. Por supuesto, la cuajada en sobres es la más recomendable y la que utilizamos en nuestra receta.

  • Cuajo vegetal: se obtiene de plantas como el cardo, la alcachofa o la higuera, que contienen enzimas coagulantes naturales.
  • Cuajo microbiano: proviene de hongos y bacterias específicas que producen enzimas similares a la quimosina. Es una opción común en quesos vegetarianos.
  • Agar-agar o gelatina: aunque no coagulan la leche de la misma manera, pueden ayudar a espesar y dar una textura similar a la cuajada.
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