Una de las carnes más consumidas en nuestro país es la del pollo . Tierna, gustosa y muy saludable, sobre todo si se consume sin piel, también es rica en proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales. Además, gusta a todo el mundo y, por si fuera poco, es una de las más asequibles del mercado. Muy versátil en la cocina, con ella se pueden cocinar platos de todo tipo, desde los más sencillos, para los menús de diario, como las pechugas de pollo al horno con rebozado crujiente , hasta los más elaborados, para las comidas de fiesta, como el pollo al horno relleno de carne y jamón con patatitas o la pechuga de pollo enrollada con manzana, naranja y frutos secos . En esta ocasión, en Cocina Fácil te descubrimos una idea, deliciosa, que gustará mucho a tu familia y que puedes servir en cualquier ocasión: un pollo al vino con setas y beicon . Además, tiene una gran ventaja: la puedes realizar con antelación y, como las setas son de conserva, la puedes preparar todo el año. Una receta muy fácil Este pollo al vino es tan sencillo y rápido de realizar que no te hará nada de pereza a hacerlo. Además, es apto incluso para los cocineros con poca experiencia en la cocina. Una de las claves de esta receta es dorar previamente los trozos de pollo . Con este gesto, la carne quedará sellada y todos los jugos se mantendrán en su interior. Además, el aceite que quede en la cazuela tendrá parte de su sustancia y aportará al plato un gran sabor. Deja que sofrito se vaya haciendo poco a poco, y cuando la cebolla y el beicon estén doraditos, agrega el ajo, las setas, el pollo, un vasito de vino blanco y un poquito de cúrcuma para aportarle color. En 20 minutos estará listo. Ideas y variantes para el pollo al vino con setas y beicon Antes de empezar a cocinar, retira los trozos de pollo de la nevera para que la carne se atempere. Así, al no estar fría, se cocinará mejor. Nosotros hemos usado un pollo entero, pero puedes decantarte solo por jamoncitos. En esta receta hemos utilizado setas variadas en conserva, pero si es temporada, no dudes en usar unas setas frescas . También puedes optar por unos champiñones . Tanto en un caso como en otro, acuérdate que, en el momento de limpiarlos, no debes sumergirlos en el agua. Si no están muy sucios, corta el pie que suele tener más tierra y pásales un trapito húmedo. En el momento de realizar el sofrito, puedes añadir otras verduras que tengas en la nevera. Quedará muy bien con zanahoria, calabacín, pimientos rojos o verdes … Una vez limpios, córtalos en tiritas o daditos. Si te apetece que este plato tenga un contrapunto dulce, agrega unas ciruelas secas a la cazuela. También puedes incorporar unas pasas y unos piñones .