Las papas o patatas son las reinas de la despensa en cualquier parte del mundo. Además de ser económicas, son saciantes, combinan con la mayoría de alimentos y se adaptan tanto a platos de cuchara, platos únicos o incluso en botana o aperitivo. Justamente, la receta de hoy es ideal para ello: papas bravas mexicanas. Una receta muy fácil que puedes animarte a hacer este próximo fin de semana, o cuando más te apetezca.
Papas hay muchas pero como esta receta está pensada para tomar de un bocado, lo recomendable es que utilicen las tipo cambray, y si no unas de tipo guarnición. El caso es que cuanto más pequeñas, mejor. La idea es que las troceen para que todavía resulte más fácil comerlas, ya sea con un tenedor o pinchándolas con unos palillos.
El otro gran protagonista de este plato son los chiles. La mayoría de los platos mexicanos llevan chile, aunque eso no quiere decir que todos piquen. Esto es debido a que existen muchos tipos que, si bien pueden ser intensos, también pueden ser ligeros y ahumados como los poblanos. En cualquier caso, es un ingrediente que aporta sabor y personalidad a la receta.
Para hacer esta salsa se utilizan los de árbol, esos alargados y finos de color rojo oscuro, que miden unos 7 u 8 centímetros. Se venden secos pero si no los encuentras, puedes sustituirlos por otra variedad, como te contamos más abajo. En este caso solo se ha añadido ajo y aceite a los chiles, pero también están muy buenos con tomate fresco o seco.
Esta receta también tiene una versión exprés para la que no se necesitan tantos ingredientes. ¿En qué consiste? Pues una vez hayan cocido y dorado las papas, en esa misma sartén añaden ajo en polvo, chile en polvo y hojuelas de chile seco. A continuación se mezcla bien ayudándose de una cuchara de madera para que las especias queden bien repartidas. Tengan cuidado también para no romper las patatas. ¡Y ya lo tienen!
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