Ni pasta, ni carne picada: lasaña de calabaza y boloñesa de pollo, una versión mucho más ligera

Con unas láminas de calabaza y una boloñesa de pollo, puedes elaborar una original lasaña que conquistará tu paladar y el de tus comensales. Toma nota.

Lasaña de calabaza y boloñesa de pollo

Prueba esta apetitosa lasaña de calabaza y boloñesa de pollo.

COCINA FÁCIL / RBA / JOSÉ MONTOYA
4 personas
60 min
550 Cal

1

(2 votos)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Técnica mixta

Tipo Plato:

Segundos platos y platos principales

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Sin gluten
Sin huevo

Versátil y suculenta, la calabaza es un producto de la huerta con grandes propiedades para nuestro organismo. Fuente de fibra y muy rica en betacarotenos y sustancias antioxidantes, tiene una pulpa, de sabor suave y llamativo color anaranjado, que la hacen ideal para todo tipo de recetas.

Se puede consumir cruda, en ensaladas, cocida, rehogada, gratinada… Algunas recetas con calabaza que te van a encantar son los chupitos de crema de calabaza con teja de parmesano, la calabaza rellena de pollo, un manjar muy fácil de hacer para combatir el frío o los bocaditos de calabaza con queso crema y cebolla caramelizada, aperitivo exprés para el fin de semana. Y si buscas alguna idea dulce, fíjate en la gustosa quesada de calabaza.

En esta ocasión, te invitamos a preparar con ella una original lasaña con boloñesa de pollo. Ideal para servir tanto en un menú de diario como en una celebración especial, queda tan suave y sabrosa que tu familia te va a pedir que la hagas cada dos por tres.

Ingredientes paraNi pasta, ni carne picada: lasaña de calabaza y boloñesa de pollo, una versión mucho más ligera

  • 1 calabaza tipo violín o cacahuete, mediana
  • 300 gramos de pechugas de pollo asadas o cocidas
  • 1 cebolla
  • 1 zanahoria
  • 500 gramos de tomate frito
  • 100 gramos de queso gruyer rallado
  • 100 gramos de queso mozzarella rallado
  • 500 mililitros de nata para cocinar
  • aceite
  • mantequilla
  • sal
  • pimienta

1. Pocha la cebolla

Pela la cebolla, pícala bien fina y póchala en una sartén antiadherente con un chorro de aceite. Cuando esté lista, retira una cucharada y añade la zanahoria en daditos. Cubre con agua y cuece durante 10 minutos.

1. Pocha la cebolla

2. Incorpora el pollo

Transcurrido el tiempo, agrega la pechuga de pollo desmenuzada con un tenedor y sazona con sal y pimienta. Añade el tomate y mezcla bien con una cuchara de madera.

3. Corta la calabaza

Pela la calabaza y córtala en láminas finas con la ayuda de una mandolina, Colócalas sobre un plato y, por tandas, ablándalas en el microondas. Calienta la cebolla reservada con 1 nuez de mantequilla, agrega la nata y, cuando hierva, añade los quesos, salvo 1 cucharada de gruyer. Mezcla bien.

3. Corta la calabaza

4. Forma las capas y hornea

Unta una fuente de horno con aceite, coloca una capa de láminas de calabaza y, luego, la boloñesa y salsa de queso. Termina con otra capa de calabaza. Espolvorea el gruyer reservado, reparte unos pellizcos de mantequilla, hornea a 180 ºC hasta que se dore. Sirve caliente.

4. Forma las capas y hornea

Con láminas finas de calabaza

La realización de esta receta no es nada complicada. Tal vez, el punto en el que debes prestar una mayor atención es a la hora de cortar las láminas de calabaza. Puedes hacerlo con un cuchillo afilado, pero, para que queden muy finas, es conveniente usar una mandolina. Si no la tienes, no dudes en adquirirla porque la vas a usar en muchísimas ocasiones.

Una vez cortadas las láminas, en lugar de escaldarlas, te recomendamos que las cocines en el microondas. Para ello, colócalas en un plato que puedas introducir en este electrodoméstico y cuécelas por tandas durante unos segundos. Así quedarán ligeramente blanditas.

Respecto a la boloñesa, solo tienes que pochar la cebolla hasta que quede bien tierna y ligeramente caramelizada. Luego, agrega la zanahoria en daditos y cuece todo con agua durante 10 minutos. En este punto, incorpora la pechuga de pollo cocida o asada desmenuzada y el tomate frito y remueve para que todo quede bien integrado.

El resto de la receta es sencillísimo: coloca una capa de calabaza en la base de una fuente de horno aceitada, añade la boloñesa de pollo y la salsa de queso. Finaliza con unas láminas de calabaza y agrega por encima un poco de queso gruyer y unos trocitos de mantequilla. Gratina y… listos.

Ideas y variantes para la lasaña de calabaza y boloñesa de pollo

  • Para que la boloñesa esté todavía más sabrosa, puedes utilizar un caldo de pollo o de verduras en lugar de agua.
  • La boloñesa se puede preparar con restos de pollo que te hayan sobrado de otra receta. No es necesario que sea la pechuga. También puedes decantarte por otras carnes como la ternera, el cerdo o el pavo.
  • Si quieres que tenga un toque diferente, coloca entre la capa de calabaza y la boloñesa, unas pasas y unos piñones. Le aportarán un toque exquisito.
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