Halloween es una de las fiestas más esperadas, llena de creatividad y diversión, incluso en la cocina. Normalmente, hay muchas opciones de postres, como galletas de fantasmas con chocolate blanco, trufas de chocolate con alas de murciélago o tarta de queso con telarañas de chocolate. Pero también es buena idea tener opciones saladas para sorprender a tus invitados, ¿no crees? Una gran opción para tu menú de Halloween son las momias de hot dog o momias de perrito caliente, que se preparan con salchichas de Frankfurt. Este aperitivo es fácil de hacer, delicioso y perfecto para noches de películas de terror o fiestas de "truco o trato". Los más pequeños arrasarán con ellas en cuando las saques a la mesa, y a los adultos también. Lo mejor de esta receta es que la tendrás lista en solo 35 minutos y con tan solo cinco ingredientes. Además, al estar envueltos en masa de hojaldre y rellenos de queso, estos hot dogs ofrecen una textura irresistible que no dejará indiferente a nadie. ¿Te animas con ella? Prepárala con el paso a paso que te dejamos a continuación. Consejos para las momias de Frankfurt Utiliza salchichas de Frankfurt de forma recta. Para que las momias queden tan bien como las de la foto, no te servirán las salchichas que son ligeramente curvas. También debes elegir salchichas no demasiado grandes, lo ideal es que cada momia se pueda comer en un par o tres de mordiscos. Además de añadir sabor, el queso en lonchas es importante para que las momias no se rompan una vez hechas. El queso hace de "pegamento" entre el hojaldre y las salchichas. Puedes utilizar cualquier tipo de queso en lonchas que se funda bien, por ejemplo havarti, gouda, emmental, cheddar... seguro que puedes utilizar el que tengas en la nevera. Elige una masa de hojaldre de formato rectangular, para que puedas cortar bien las tiras. Un hojaldre de forma redonda te complicará un poco la vida. Otras recetas para Halloween ¡Prepara esta receta con antelación! Una gran ventaja de las momias de perrito caliente es que se pueden preparar con tiempo. Puedes montarlas y congelarlas hasta que las vayas a hornear, si quieres prepararlas unos días antes. Y si quieres, también puedes hacerlas por la mañana, reservarlas en la nevera y hornearlas a última hora. Puedes servirlas calientes o a temperatura ambiente.