Milhojas crujiente de queso fresco y kiwi, un postre ligero, saludable y exprés

Con unas láminas de pasta filo, queso fresco y kiwis puedes realizar unos originales milhojas que causarán sensación en tu mesa. ¡Toma nota!

Óscar Sanz
Óscar Sanz
Cocinero

Milhojas de queso fresco y kiwi

Milhojas de queso fresco y kiwi: un postre muy resultón.

COCINA FÁCIL / RBA / ORIOL ALEU
4 personas
25 min

1

(1 voto)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Horno

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Perfectos para servir en una comida de celebración o, incluso, en una cena romántica, los milhojas siempre dan a las mesas un toque de fiesta. Elaborados con todo tipo de ingredientes, tanto dulces como salados, pueden ser un estupendo entrante o un postre de lo más tentador. Hoy te descubrimos una idea dulce que te va a conquistar solo con verla: un milhojas de queso fresco y kiwi.

Elaborado con láminas de pasta filo, este postre se completa con rodajitas de kiwi, daditos de queso fresco y sirope de agave. No lo dejes escapar porque la textura crujiente de la pasta filo combinada con el frescor ácido del kiwi, la suavidad del queso fresco y el dulzor del sirope forman una alianza deliciosa. Te recomendamos que hagas más de la cuenta porque todo el mundo querrá repetir.

En Cocina Fácil tenemos muchos postres fáciles y rápidos para sorprender a todos en casa con un bocado dulce fácil y delicioso. Otras propuestas dulces que también te van a encantar son el milhojas crujiente de nata y nectarinas o el milhojas de masa filo con nata, fresas y nueces. Y si prefieres usar el hojaldre, fíjate en la tarta milhojas de yogur griego y frutos rojos, un postre fácil que parece de pastelería.

Ingredientes paraMilhojas crujiente de queso fresco y kiwi, un postre ligero, saludable y exprés

  • 250 gramos de queso fresco
  • 4 kiwis
  • 4 láminas de pasta filo
  • 4 cucharadas de sirope de agave
  • 60 gramos de mantequilla o aceite de girasol

1. Pincela la pasta filo

Precalienta el horno a 180 ºC. Derrite a fuego lento la mantequilla y pincela la pasta filo con la mantequilla derretida. Si lo prefieres, reduce calorías y grasas saturadas usando la misma cantidad de aceite de girasol.

2. Córtala en tiras

Dobla cada lámina de pasta filo sobre sí misma formando una tira larga y estrecha, de unos cinco centímetros de ancho. Corta cada tira de pasta filo en tres porciones iguales para obtener tres rectángulos idénticos.

3. Dórala en el horno

Prepara una bandeja de horno con papel sulfurizado. Coloca la pasta filo encima y hornéala unos 12 minutos, hasta que empiece a dorarse. Retira del horno y deja que se enfríe.

4. Pela los kiwis

Corta el queso fresco a dados pequeños de aproximadamente 2 centímetros de lado. Pela los kiwis y córtalos a rodajas de aproximadamente medio centímetro de grosor.

4. Pela los kiwis

5. Monta el milhojas

Empieza rellenando la capa de la base de pasta filo con el queso fresco y el kiwi. Después rocía la mezcla con una pizca de sirope de agave. Repite la operación con cada capa de pasta filo. Sirve enseguida.

El truco

El sirope de agave o la melaza de cereales integrales son mucho más saludables y dulces que el azúcar refinado y contienen enzimas, minerales y vitaminas.

Pasta filo: trabájala con rapidez

Este dulce es tan sencillo de realizar que incluso las personas con poca experiencia en repostería saldrán airosas. La única indicación es trabajar con rapidez la pasta filo. Esta masa, muy ligera, frágil y quebradiza, suele secarse con facilidad. Para que eso no ocurra, mientras estés trabajando, cubre las láminas que no utilices con un paño ligeramente húmedo o déjalas en la nevera hasta el momento en el que las necesites. Así no tendrás problemas.

Una vez tengas la masa cortada en tiras y, luego, en porciones o rectángulos, llega el momento de hornearla. Nosotros te recomendamos que la dejes unos 12 minutos, pero como cada horno es distinto, lo mejor es que estés pendiente de él en todo momento para evitar que los rectángulos se quemen. Cuando veas que empiezan a dorarse, ya los puedes retirar.

Respecto al montaje del milhojas, no tiene ninguna complicación. Solo tienes que colocar la pasta filo en un plato liso y poner, encima, una rodaja de kiwi y los daditos de queso (sobre todo que estén bien escurridos). Forma otra capa de pasta, fruta y queso, y decora con unos hilos de agave. Lleva a la mesa inmediatamente para que la pasta filo no se humedezca.

Ideas y variantes para el milhojas de queso fresco y kiwi

  • Si no encuentras sirope de agave en las tiendas también puedes usar miel de buena calidad o melaza de arroz o de cualquier otro cereal integral sin azúcar añadido.
  • En lugar de queso fresco, puedes rellenar este milhojas con un poco de nata montada. Colócala en una manga pastelera de boquilla rizada y forma unos pequeños rosetones.
  • Este postre se puede preparar con cualquier fruta de temporada o que te guste más. Quedará muy bien con fresas, melocotón, mango… Eso sí, córtalas en láminas finas. Si lo prefieres, puedes decantarte por una mermelada de frutos rojos o de naranja.
  • Antes de servir, puedes espolvorear el milhojas con unos frutos secos picados: nueces, almendras, avellanas, pistachos… También puedes agregar unos hilos de chocolate negro o con leche fundido.
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