Perfectos para servir en una comida de celebración o, incluso, en una cena romántica, los milhojas siempre dan a las mesas un toque de fiesta. Elaborados con todo tipo de ingredientes, tanto dulces como salados, pueden ser un estupendo entrante o un postre de lo más tentador. Hoy te descubrimos una idea dulce que te va a conquistar solo con verla: un milhojas de queso fresco y kiwi . Elaborado con láminas de pasta filo , este postre se completa con rodajitas de kiwi, daditos de queso fresco y sirope de agave . No lo dejes escapar porque la textura crujiente de la pasta filo combinada con el frescor ácido del kiwi, la suavidad del queso fresco y el dulzor del sirope forman una alianza deliciosa. Te recomendamos que hagas más de la cuenta porque todo el mundo querrá repetir. En Cocina Fácil tenemos muchos postres fáciles y rápidos para sorprender a todos en casa con un bocado dulce fácil y delicioso. Otras propuestas dulces que también te van a encantar son el milhojas crujiente de nata y nectarinas o el milhojas de masa filo con nata, fresas y nueces . Y si prefieres usar el hojaldre, fíjate en la tarta milhojas de yogur griego y frutos rojos , un postre fácil que parece de pastelería. Pasta filo: trabájala con rapidez Este dulce es tan sencillo de realizar que incluso las personas con poca experiencia en repostería saldrán airosas. La única indicación es trabajar con rapidez la pasta filo . Esta masa, muy ligera, frágil y quebradiza, suele secarse con facilidad. Para que eso no ocurra, mientras estés trabajando, cubre las láminas que no utilices con un paño ligeramente húmedo o déjalas en la nevera hasta el momento en el que las necesites. Así no tendrás problemas. Una vez tengas la masa cortada en tiras y, luego, en porciones o rectángulos, llega el momento de hornearla. Nosotros te recomendamos que la dejes unos 12 minutos, pero como cada horno es distinto, lo mejor es que estés pendiente de él en todo momento para evitar que los rectángulos se quemen. Cuando veas que empiezan a dorarse, ya los puedes retirar. Respecto al montaje del milhojas , no tiene ninguna complicación. Solo tienes que colocar la pasta filo en un plato liso y poner, encima, una rodaja de kiwi y los daditos de queso (sobre todo que estén bien escurridos). Forma otra capa de pasta, fruta y queso, y decora con unos hilos de agave. Lleva a la mesa inmediatamente para que la pasta filo no se humedezca. Ideas y variantes para el milhojas de queso fresco y kiwi Si no encuentras sirope de agave en las tiendas también puedes usar miel de buena calidad o melaza de arroz o de cualquier otro cereal integral sin azúcar añadido. En lugar de queso fresco, puedes rellenar este milhojas con un poco de nata montada . Colócala en una manga pastelera de boquilla rizada y forma unos pequeños rosetones. Este postre se puede preparar con cualquier fruta de temporada o que te guste más. Quedará muy bien con fresas, melocotón, mango … Eso sí, córtalas en láminas finas. Si lo prefieres, puedes decantarte por una mermelada de frutos rojos o de naranja . Antes de servir, puedes espolvorear el milhojas con unos frutos secos picados: nueces, almendras, avellanas, pistachos… También puedes agregar unos hilos de chocolate negro o con leche fundido.