Bocadillo contundente
Elaborado con morcilla de cebolla, la parte negra, y longaniza fresca o butifarra, la parte blanca, aunque también hay cocineros que sustituyen la longaniza por salchichas, el blanco y negro es muy sencillo de hacer. Solo hay que cocinar los ingredientes en la plancha o en la sartén, colocarlos dentro del pan y… a comer.
A partir de la receta básica, cada cocinero agrega los alimentos que quiere. Por ejemplo, el pan se puede restregar con tomate o añadir una salsa de ajoaceite. También hay versiones en las que se le incorpora unas habitas tiernas. Y, para que sea más fácil de comer, a veces la morcilla se corta en rodajas.
Respecto al pan, se suelen utilizar la pataqueta, unos panes en forma de media luna o riñón, con la corteza fina y la miga tierna, muy típicos de la Comunidad Valenciana.
Si no encuentras este tipo de pan, te recomendamos que uses uno de calidad. Olvídate de una baguette industrial y opta por un pan hecho con masa madre y en un horno tradicional de leña. Notarás la diferencia.
Un poco de historia
Idea de origen humilde, el "esmorzaret" tiene sus orígenes en la huerta. Los campesinos, para coger fuerzas durante su dura jornada, paraban a media mañana y se comían un poderoso almuerzo que les permitía seguir trabajando hasta la hora de comer.
El ritual
Mientras se prepara el bocadillo, es habitual empezar el "esmorzaret" con un aperitivo en el que no faltan los cacahuetes, los altramuces, los encurtidos y las aceitunas. Todo bien acompañado con una cerveza bien fresquita o un vino con gaseosa.
Y para rematar la comida, es indispensable beber un "cremaet": un café flambeado con ron, canela, granos de café y corteza de limón.