No siempre tenemos tiempo para preparar las lentejas a fuego lento, con todo el cariño. Pero de ahí a comprarlas precocinadas en lata hay un paso intermedio: si compras las lentejas cocidas en conserva (o a granel, como en los mercados) puedes aliñarlas con un delicioso sofrito de verduras y añadirles una buena morcilla de Burgos. Las tendrás listas en poco tiempo y nadie encontrará la diferencia... Eso sí, hacer un buen sofrito es primordial, con su cebolla morada pochada, zanahoria y el aroma del clavo de olor y el tomillo limonero. El toque final se da con unos costrones de pan tostado. ¡Una delicia para los días que te apetece un guiso de cuchara y no tienes demasiado tiempo!