Lazos de hojaldre glaseados con almendras, con solo 3 ingredientes

Solo necesitas 3 ingredientes y un ratito en el horno para triunfar con este dulce clásico de hojaldre, glaseado y cubierto de almendras.

LAZOS GLASEADOS CON ALMENDRAS

Prepara hoy unos lazos glaseados con almendras.

Cocina Fácil / RBA / A.J.J.
6 Unidades:
40 min

5

(1 voto)

Dieta:

Vegetariana

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Horno

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

A veces, uno se levanta con ganas de darse un pequeño capricho, pero sin tener que liarse demasiado en la cocina. Pues esta receta de lazos de hojaldre con almendras es justo lo que necesitas, perfecta para esos días en los que quieres darte un homenaje sin despeinarte. Es tan fácil que parece un truco de magia y el resultado es tan bueno que cuando lo pruebes no te vas a creer que lo has hecho tú.

Siempre he pensado que no hay nada como un hojaldre bien crujiente, y si encima le añades un toque de frutos secos y un glaseado dulce, la combinación se vuelve irresistible. Es de esas recetas que sacas cuando tienes invitados y te hace quedar como un auténtico chef, aunque en realidad apenas hayas dedicado más de 10 minutos de preparación. En definitiva, esta receta es una maravilla.

Si tienes un evento especial en casa y quieres quedar bien sin estar en la cocina hasta el último momento, estos lazos son una excelente opción. Los puedes hacer por la mañana o incluso el día anterior, y quedarán perfectos. El hojaldre crujiente aguanta muy bien el paso de las horas, y el glaseado le da ese toque de frescura que hará que nadie note que no los has hecho en el momento. Eso sí, procura guardarlos en un recipiente hermético para que no se reblandezcan.

Ingredientes paraLazos de hojaldre glaseados con almendras, con solo 3 ingredientes

  • 1 lámina de hojaldre refrigerado
  • 100 gramos de almendras crudas
  • 50 gramos de azúcar glas

1. Corta y moldea

Saca la lámina de hojaldre del frigorífico y desenróllela sobre una superficie limpia. Córtala en tiras largas y finas, de unos 2-3 cm de ancho, pero no te estreses si no te salen perfectas, esto es cocina casera. Ahora, lo divertido: retuerce cada tira como si estuvieras haciendo pequeños cordones y colócalos en una bandeja de horno con papel de hornear. Para darle la forma de lazo, junta los extremos, entrelázalos un par de veces y dobla hacia adentro.

1. Corta y moldea

2. Cubre de almendras

Pica las almendras crudas, no hace falta que queden muy finas, mejor que se noten. Espolvoréalas generosamente sobre los lazos de hojaldre y presiona ligeramente para que se queden bien pegadas. Ya te aviso, el horno hará su magia tostándolas, y el aroma que desprenderá te va a hacer difícil esperar a que estén listos.

3. Hornea los lazos

Con el horno precalentado a 180ºC, introduce la bandeja y deja que los lazos se cocinen durante unos 20 minutos. El hojaldre se va a inflar y las almendras se van a tostar, creando una combinación espectacular. Vigílalos, porque en un momento pueden pasar de doraditos a "quemaditos", y ese no es el resultado que buscamos.

4. Añade la glasa

Mientras los lazos se enfrían un poco, es el momento de preparar el glaseado. Tan fácil como mezclar el azúcar glas con 15 ml de agua tibia. Remueve bien hasta que no queden grumos y obtengas una textura suave y brillante. Cuando los lazos estén templados (no los glasees en caliente, que se puede derretir todo), coge una cuchara y vierte el glaseado por encima, dejando que se escurra de manera irregular. Si eres de los que les gusta el dulce, puedes poner un poco más de azúcar en el glaseado.

4. Añade la glasa

El truco

Puedes variar la forma y dejarlo en lazos enrollados, sencillos y rectos.

Estos lazos de hojaldre son de esas recetas que puedes adaptar según lo que tengas en la despensa o según lo que te apetezca. Si no tienes almendras, prueba con avellanas o nueces. Si buscas un toque festivo añade una pizca de canela al azúcar glas del glaseado y verás cómo cambia el aroma. También puedes ponerles un toque de chocolate rallado antes de hornearlos, siempre es buena idea.

Lo bueno de este postre es que, además de ser rápido y sencillo, es perfecto para acompañar un buen café o chocolate caliente, una sobremesa de domingo o incluso para llevártelos de pícnic. Además, son bastante ligeros.

Esta receta es una de esas que te salvan en más de una ocasión. Tienes invitados inesperados, te apetece un capricho o simplemente quieres probar algo nuevo sin complicarte. Además, como siempre digo, lo casero tiene ese algo especial que no te da lo comprado. Estos lazos son un ejemplo perfecto de cómo con ingredientes sencillos y poco esfuerzo puedes crear algo que parece mucho más elaborado de lo que realmente es.

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