También llamado rémol, rapante o corujo, el rodaballo es un pescado muy apreciado por los cocineros. Y es que su carne blanca, de textura consistente y gelatinosa, es una maravilla para el paladar. Disponible durante todo el año en el mercado gracias a la acuicultura, aunque durante los meses verano también se pueden comprar ejemplares salvajes, el rodaballo se puede preparar de muchísimas maneras. La forma más habitual de cocinarlo es a la parrilla, con un hilo de aceite, sal y pimienta, pero también se puede elaborar a la plancha con chips de manzana , a la cazuela con almendras , gratinado con bechamel de gambas … o, como en el caso de hoy, en el horno con unas verduritas. ¿Te animas a cocinarlo? La clave: elegir un pescado fresco Uno de los principales secretos de esta receta está en la calidad de la materia prima. Antes de comprar el rodaballo , asegúrate que está bien fresco. Con una forma aplanada, casi circular, y unos ojos muy pequeños, a la hora de adquirir este pescado, fíjate que tenga la piel de color brillante y que la carne se vea firme y algo dura. Los rodaballos salvajes tienen una tonalidad marrón oscura, mientras que los de criadero son más verdosos. Respecto a la elaboración de la receta, no tiene ningún misterio. Para que las verduras queden exquisitas, es importante no tener prisa en cocinarlas. Una vez se haya evaporado el alcohol del vino blanco y del brandy , baja el fuego y deja que se cocinen poco a poco, a fuego lento. Transcurrido el tiempo, cuando veas que están tiernas, será el momento de cocinarlas con el pescado. Para ello, échalas en una bandeja de horno, agrega los filetes de rodaballo y, encima, espolvorea con un poco de pan rallado y ralladura de limón . Recuerda que este pescado no necesita mucha cocción. Para que los filetes queden jugosos, no los dejes asar durante mucho tiempo. Con solo 15 minutos será suficiente. Ideas el rodaballo a la andaluza En nuestra receta acompañamos el rodaballo con pimientos, tomates y champiñones, pero también puedes optar por otras verduras que tengas en casa: calabacín, zanahoria, berenjenas, espárragos, brócoli … En lugar de rodaballo, puedes realizar este plato con otros pescados. Por ejemplo, también quedará bien con mero, lenguado, lubina o corvina. Además del laurel, puedes agregar unas hojitas de tomillo o de orégano . Le aportarán un aroma delicioso. Para que el plato sea más contundente, incorpora unas rodajas de patata o de calabaza a la receta. Al introducir el pescado en el horno, añade unos piñones o unas avellanas picadas por encima. De esta manera, conseguirás que el plato tenga un delicioso toque crujiente.