El pollo frito es un plato universal que suele agradar a todos, pero conseguir la mejor textura no siempre es fácil. Gracias a la técnica karaage que te presento hoy, un pollo extracrujiente por fuera y jugoso por dentro es más que posible (además de no ser nada complicado). Y es el plato estrella de los menús infantiles, pero... ¡No me digas que nunca te has quedado mirando la mesa de los pequeños deseando que te cambien el plato! Suele decirse que el karaage, como técnica de rebozado , es originario de China, pero la técnica se consolidó ampliamente en Japón, donde incluso hay diversas variedades de karaage (de ajo, de soja o de sésamo), El valor añadido de la receta, además del sencillo proceso que conlleva la técnica, es el sabor que adquiere el pollo gracias a su marinada de sal, pimienta, soja, ajo y jengibre. La verdad es que nunca había probado un pollo frito tan delicioso. En la marinada puedes añadir sake (vino de arroz japonés) y mirin (vino de arroz japonés parecido al sake pero algo más dulce). El resultado será absolutamente espectacular, pero si lo cocinas para niños puedes omitir el vino. El sabor sutil (pero muy especial), que adquiere el pollo, se basa en tres pilares gustativos fundamentales: El mirin y el sake le confieren el sabor dulce . Los ingredientes de la salsa de soja (agua, habas de soja, cereales y sal) le confieren el sabor salado . La pimienta y el jengibre rallado equilibran la ecuación entre dulce y salado y le aportan ese punto ligeramente picante (podemos poner más o menos según toleremos el sabor). Pollo Karaage Para 3-4 personas Ingredientes 3 contramuslos de pollo deshuesados cortados en trozos medianos Sal Pimienta 4 cucharadas salsa de soja 1 cucharada de sake 1 cucharada de mirin (opcional) 1 diente de ajo rallado (o ajo en polvo) 1 trozo pequeño de jengibre rallado 1 huevo batido 3 cucharadas de maicena Aceite vegetal para freír Paso a paso Limpia y prepara el pollo Limpia los contramuslos del exceso de grasa, trocéalos y marínalos. Marina el pollo Mezcla la salsa de soja, el sake, el mirin, el ajo en polvo (o fresco si tienes) y el jengibre en un bol. Añade el pollo y deja marinar dos horas en el frigorífico. Incorpora un huevo Añade un huevo crudo a la mezcla para darle más untuosidad y hacer el pollo más jugoso. Incorpora la harina de maíz Agrega la harina de maíz o fécula de patata hasta conseguir una textura cremosa. Fritura Calienta el aceite a 170-180 °C. Fríe el pollo en tandas para que no baje la temperatura del aceite. Cocina unos 2 minutos (hasta que se forme costra, pero aún esté blanquito), sácalo y deja reposar un minuto. Repite fritura Vuelve a freírlo otros 2-3 minutos a fuego más alto (190 °C), para que quede extracrujiente y dorado. Presenta el plato Sírvelo caliente con una rodaja de limón y mayonesa japonesa. Otras recetas japonesas que no te puedes perder Patatas fritas japonesas (con video): Con la técnica de convertir las patatas en puré en primer lugar, formarlas en bastones, rebozarlas en pan rallado y freír en aceite de oliva bien caliente, conseguirás unas patatas supercremosas por dentro y extracrujientes por fuera. Gyozas fáciles (con video): Las empanadillas japonesas más deliciosas, esta vez rellenas con carne, pero puedes prepararlas con multitud de rellenos como verduras, tofu y setas , por ejemplo. Tarta de queso japonesa con frambuesa : de textura ligera, suave, esponjosa y delicada, esta tarta se conoce también con el nombre de cotton cheesecake gracias a su textura aireada que recuerda al algodón. Se hornea al baño maría y es una auténtica delicia para el paladar (si no está en tu lista de favoritos, créeme, en cuanto la pruebes irá directa al top).