Si quieres preparar mejillones para cuatro personas, pídele a tu pescadero al menos un kilo de los mismos. Aunque pueden consumirse congelados, nuestra recomendación es que los prepares frescos del día, ya que tienen mucho más sabor, por lo que tus recetas quedarán más sabrosas y ricas. Para limpiarlos, te dejamos el truco más rápido y sencillo.
Cómo limpiar mejillones
Lo más importante es sacar la arena de los mejillones para evitar que estropeen tus elaboraciones. Y deshacerte de las llamadas "barbas del mejillón", también conocidas como "el estropajo del mejillón".
Unas fibras naturales que segregan algunos moluscos como el mejillón. El mejillón usa esta maraña de hilos para agarrarse a las rocas o a las cuerdas, según seas salvaje o de cultivo.
¿Qué mejillones hay que tirar?
Sean frescos o congelados, lo primero que debemos hacer al comprar mejillones es descartar aquellos que tengan la concha rota. Si ves que alguno está abierto, intenta cerrarlo con los dedos.
Si vuelven a abrirse, debes descartarlos también. En estos dos casos, podemos encontrarnos con piezas en mal estado o que ya estén muertas que, por supuesto, no sentarán bien a ningún estómago.
Cómo quitar barbas y adherencias de los mejillones
Una vez tengas tu selección lista, hay que retirar las barbas de los mejillones. Para ello, agárralos con una mano y tira de la barba hacia afuera ayudándote de las manos o de un cuchillo.
Sigue limpiando las adherencias que tiene el mejillón por fuera con un cepillo duro con el que evitaremos dañar la concha, o incluso con un estropajo.
Todo dependerá de la importancia que le des a la estética de la concha. Si no la necesitas perfecta, hazlo de la forma más rápida y sencilla, aunque quede algo rallada.
En cualquiera de los casos, lo mejor es poner el mejillón debajo del grifo abierto mientras lo limpias para que queden bien lavados, además de limpios de cualquier cosita que tengan pegada a su concha.
Recetas con mejillones deliciosas
Fácilmente, en unos 10 minutos aproximadamente, podrás tener listos un kilo de mejillones frescos o congelados para cocinarlos e incluirlos en tus mejores elaboraciones. Desde al vapor, clásicos y deliciosos, hasta los tigres, rellenos, en salsa... ¡y hasta para añadir a ensaladas y otras propuestas de verano!
Y, ahora, algunas recetas con las que disfrutar de nuestros deliciosos mejillones. ¡Buenísimas y súper sencillas de preparar!