Adiós al mal olor de la coliflor: el truco de chef para cocinarla y que quede con el mejor sabor sin generar malos olores

¿Harta de que tu familia huya cada vez que cocinas coliflor por el olor tan fuerte que desprende? Con este truco infalible, eso será cosa del pasado. Descúbrelo.

Rosa Mestres
Rosa Mestres

Periodista especializada en gastronomía

Coliflor
Cocina fácil / RBA

Sé que la coliflor no es del gusto de todo el mundo, sobre todo por el desagradable olor que deja en la cocina, al cocerla, y que hay muchas personas que no la consumen o la preparan muy de tarde en tarde precisamente por esta característica, pero, lo cierto, es que deberíamos comerla más a menudo.

Muy rica en fibra, vitaminas C y del grupo B, también tiene potasio, fósforo y nos aporta grandes dosis de fibra, esenciales para nuestra salud intestinal. Pues bien, ¿y si te dijera que ese olor de la coliflor se puede evitar con un sencillo, y facilísimo, truco? Estoy convencida que muchos de sus detractores se animarían a cocinarla.

El cocinero Sergio Fernández desveló, en el programa "Saber vivir", de TVE, un truco estupendo para que la coliflor no huela durante la cocción. Y es cocinarla en el microondas con su propio vapor. Se trata de limpiar la coliflor, trocearla en ramitos, colocar estos en un cuenco y aliñarlos con un chorrito de aceite, romero y pimienta. Luego hay que tapar el cuenco con papel film de cocina y… al microondas, a potencia media, durante 8 minutos.

Transcurrido el tiempo, la coliflor quedará al dente, supersabrosa… Y lo mejor es que en la cocina no quedará ni rastro de olor. Parece mágico, ¿verdad? Pues es cierto. Yo lo probé el otro día y te puedo asegurar que funciona. Luego, la puedes acompañar con cualquier salsa que te guste.

A qué se debe su olor

Cuando la coliflor está en contacto con el agua caliente, se rompen sus células y se liberan unos compuestos sulfurados, llamados glucosinolatos e isotiocianatos, responsables de este olor. Estos compuestos tienen grandes beneficios para la salud. Según los científicos, ayudan a cuidar nuestra salud hepática, incluso a prevenir algunos tipos de cáncer.

Esta característica no es únicamente propia de la coliflor, sino también sucede a otros alimentos similares, de la familia de las crucíferas, que contienen estos compuestos. Entre ellos, el brócoli, el repollo o las coles de Bruselas. ¿La solución? Cocinarlos solo el tiempo justo para que queden al dente y que no estén mucho tiempo en el agua. Por otro lado, si la receta lo permite, usar técnicas como el vapor que evitan la liberación de estos compuestos.

Otros consejos de la abuela para disimular el olor de la coliflor hervida

  • Con leche. Uno de los trucos más populares es añadir un chorrito de leche al agua de cocción. La leche neutraliza los compuestos que provocan ese olor. Además, no modifica el sabor de la coliflor ni le añade aromas adicionales.
  • Con vinagre. Se suele añadir al agua de cocción o colocar una rebanada de pan empapada en vinagre sobre la tapa de la cazuela. También hay cocineros que ponen un paño mojado en vinagre entre la olla y la tapa.
  • Con limón. Puedes verter un chorrito de zumo de limón o colocar directamente una cáscara bien limpia dentro de la olla.

 

Una verdura muy versátil

  • Coliflor a la parmigiana. Incluso los más detractores de la coliflor quedarán encantados con esta receta. Primero se marcan las rodajas de coliflor en una plancha, vuelta y vuelta, y, luego, se van haciendo capas de coliflor, tomate frito y queso rallado en una fuente de hornear. Y para que tenga todavía más sabor, se le agrega orégano y albahaca.
  • Tabulé vegano de coliflor. Aquí tienes una propuesta, sin cocción, deliciosa, sabrosa y supersaludable. Para conseguir el efecto de cuscús, la coliflor se ralla o se tritura en un robot de cocina. Luego se completa con daditos de tomate, pepino, cebolla… y un aliño de menta, perejil, especias, limón y aceite de oliva.
  • Crujientes de coliflor al curry. Si buscas una tapita, sana y sencillísima, o una guarnición original, fíjate en estos bocaditos. Quedan tostaditos por fuera y supertiernos por dentro. Además, su sabor es… espectacular. Primero se cuecen al vapor y luego, se rebozan y se fríen por tandas.
  • Pastel de coliflor con pasta filo. Esta forma de cocinar la coliflor seguro que sorprenderá gratamente a tu familia. Uno de los encantos de este pastel es el toque crujiente que le aporta la pasta filo. Además de los ramitos de coliflor, lleva cebolla, un poco de queso gruyer, bechamel y almendras laminadas.