Chile poblano relleno de queso, así lo cocinan las abuelas mexicanas (y vas a repetir seguro)

Descubre el secreto para que estos chiles te queden con el capeado perfecto. No podrás dejar de hacerlos ¡y comerlos!

Isabel Zuñiga
Isabel Zúñiga

Redactora especializada en recetas de cocina

Chile poblano relleno de queso iStock 472150319
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Temporada:

Todo el año

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Si te gusta el chile, disfrutarás de lo lindo con la receta que te traemos en esta ocasión: chile poblano relleno de queso con un delicioso capeado y una riquísima salsa de jitomate o tomate rojo. Toma nota porque te explicamos paso a paso cómo elaborar este chile de gran tamaño y bajo contenido en capsaicina, lo que hace que no resulte muy picante. 

Como verás ahora, la receta no es difícil, pero sí laboriosa porque lleva varias elaboraciones. Por un lado, tendrás que dorar y rellenar los chiles, para lo cual podrás usar el queso de Oaxaca u otro queso fresco o manchego. Este conocido queso, típico también de las quesadillas y de los tlacoyos o tortillas de maíz, procede de los valles centrales del estado de Oaxaca y se caracteriza por su presentación en hebras.

La segunda elaboración sería el capeado. Para que te quede de 10, es importante que tanto las yemas como las claras estén a temperatura ambiente. Si vas justo de tiempo, tienes que saber que también puedes rellenar chiles sin necesidad de capeado, pero lógicamente este paso le da mucho más sabor y mejora el resultado.

Por último, nos quedaría la salsa de jitomate, cuyo secreto radica en que los tomates y la cebolla van asados para ganar en sabor. Además, para darle más textura se añadirá también bolillo y tortilla de maíz previamente dorados. Llegados a este punto tienes dos opciones: servir los chiles sobre la salsa o sumergirlos en ella y cocerlos durante unos minutos. En la receta hemos optado por la primera opción.

Aquí tienes más recetas de la gastronomía mexicana para que puedas prepararlas siempre que quieras, como los chilaquiles que junto con los huevos rancheros son uno de los desayunos más populares de México. Por otro lado, tienes los más conocidos como los tacos, el guacamole con pico de gallo o las tortas ahogadas, también con jitomate. 

En cuanto a guisos, el cortadillo norteño es un guiso de carne de res con mucho sabor mientras que el chilpachole de jaiba es un guiso marinero que se prepara con jaiba, un tipo de cangrejo de mar conocido también como 'cangrejo azul'. Opciones para todos los gustos.

Ingredientes paraChile poblano relleno de queso, así lo cocinan las abuelas mexicanas (y vas a repetir seguro)

  • 8 chiles poblano
  • Queso Oaxaca
  • ½ cebolla en aros
  • 4 claras a temperatura ambiente
  • 3 yemas de huevo a temperatura ambiente
  • ⅛ cucharadita de cremor tártaro
  • Harina de trigo
  • Aceite
  • Una pizca de sal
  • Para la salsa
  • 1 kilogramo de jitomate
  • ½ de cebolla
  • 4 dientes de ajo
  • ¼ bolillo
  • ¼ de tortilla de maíz
  • 2 tazas de caldo de pollo
  • Sal

1. Tuesta los chiles

Tuesta los chiles poblanos en el comal o plancha hasta que la piel esté blanda y arrugada. A continuación mételos un par de minutos en una bolsa de plástico para que suden y sea más fácil pelarlos: es importante que no te excedas con el tiempo porque podrían romperse al pelarlos. Luego tendrás que tomarlos del tallo e ir quitando la piel poco a poco.

2. Rellena los chiles

Cuando se enfríen del todo quítales las semillas del interior. Para ello, hazles un pequeño corte y sácalas con la ayuda de una cuchara. Es preferible abrirlo luego un poco más a que te quede demasiado abierto desde el principio. Ve tomando las hebras del queso Oaxaca y rellena con ellas los chiles. A continuación pásalos por harina.

3. Elabora el capeado

Empieza batiendo las claras con las varillas eléctricas y, cuando ya estén algo blancas y con espuma, agrega el cremor tártaro con la sal. Cuando ya estén las claras montadas, añade las yemas poco a poco mientras sigues batiendo. Después añade una cucharada de harina y mézclala con ayuda de una espátula realizando movimientos lentos y envolventes para no perder volumen.

4. Fríe los chiles

Agarra un chile a la vez que lo presionas para que quede cerrado y sumérgelo en la preparación anterior. Fríe el chile en aceite caliente pero sin que llegue a humear, procurando que la abertura por la que lo has rellenado quede hacia arriba. Añade un poco de capeado en esa zona para ayudar a que se cierre y vierte un poco de aceite. Voltéalo cuando veas que ya está dorado por el otro lado. Sácalo y deja que escurra sobre papel absorbente o papel toalla. Repite el proceso con el resto de chiles.

5. Prepara la salsa de jitomates

Cocina los jitomates con los dientes de ajo sin pelar y la cebolla en el comal; no los coloques directamente sobre él sino que tendrás que hacerlos sobre papel de aluminio. Ve dándoles la vuelta para que se hagan por todos los lados. Cuando ya estén blanditos, pela los jitomates, la cebolla y los ajos y tritúralos. Dora también el bolillo y la tortilla y tritúralos también con el resto de ingredientes.

6. Vierte el caldo y cuece

Dora los aros de cebolla, agrega la salsa de jitomate y deja que cocine a fuego medio unos 10 minutos. Sazónalo y vierte el caldo de pollo. Deja que cueza 10 minutos más. Sirve la salsa en un plato y dispón un chile encima.

El truco

Si te apetece, puedes acompañar los chiles poblanos rellenos con una guarnición de arroz.

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