Cheesecake de mango, una tarta riquísima y fácil (sin horno)

Fíjate en este pastel de queso que te descubrimos hoy. Queda tan elegante y tiene un sabor a mango tan suave y delicioso, que todo el mundo pensará que lo has comprado en la pastelería.

Rosa Mestres
Rosa Mestres

Periodista especializada en gastronomía

isabel lloret
Isabel Lloret

Cocinera

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Cocina Fácil / RBA / Isabel Lloret

Cheesecake de mango (sin horno)
Cocina Fácil / RBA / Isabel Lloret
6 personas

4

(8 votos)

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Sin cocción

Precio:

€ €

Dificultad:

fácil

Emblema de la repostería neoyorquina, el cheesecake o tarta de queso es un postre que suele gustar a casi todo el mundo. Y es que la textura suave y cremosa combinado con la base de galleta crujiente, lo convierten en una auténtica maravilla para el paladar.

En esta ocasión, en Cocina Fácil te proponemos realizar un exquisito cheesecake de mango. Si nunca lo has probado, no dejes pasar la oportunidad y anímate. Será todo un acierto porque tiene un sabor suavísimo con el toque frutal del mango.

Ingredientes paraCheesecake de mango, una tarta riquísima y fácil (sin horno)

  • 400 gramos de queso cremoso
  • 300 gramos de mango
  • 120 mililitros de agua
  • 120 gramos de azúcar
  • 400 mililitros de nata líquida para montar con un 35 % de materia grasa
  • 16 gramos de gelatina en polvo (u 8 hojas)
  • Para la base de la tarta
  • 250 gramos de galletas maría
  • 90 gramos de mantequilla sin sal
  • Para la gelatina de mango
  • 350 gramos de mango triturado
  • 40 mililitros de agua
  • 8 gramos de gelatina en polvo (4 hojas)

1. Tritura las galletas

Para realizar la base, coloca las galletas en el vaso de la procesadora y tritúralas hasta que obtengas una arena fina. Ponlas en un cuenco amplio, agrega la mantequilla fundida y remueve con una espátula hasta que estén bien mezcladas.

2. Colócalas en el molde

Introdúcelas en un molde desmontable de 23 centímetros de diámetro. Aplana la base con una cuchara hasta que la superficie esté bien fina. Llévala a la nevera y déjala enfriar unos 15 minutos o durante el tiempo en el que elabores el relleno.

3. Remoja la gelatina

Hidrata la gelatina en un cuenco con el agua. Remueve y deja reposar unos 10 minutos.

4. Prepara el relleno

Coloca el azúcar y el queso cremoso en una cazuela y remueve hasta que estén bien integrados. Agrega la gelatina hidratada. Coloca en el fuego y ve removiendo la mezcla, sin que llegue a hervir, hasta que la gelatina se vuelva líquida.

5. Agrega el mango

Vierte en el vaso de la batidora, agrega el mango cortado en cubitos y tritura hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Reserva.

6. Incorpora la nata

Introduce la nata en un cuenco y empieza a montarla hasta que quede espumosa, pero no dura. Agrega la crema de mango y remueve con una espátula haciendo movimientos envolventes. Vierte la crema de cheesecake sobre la base de galletas y reserva en la nevera durante 3 horas.

7. Elabora la cobertura

Hidrata la gelatina en el agua, mézclala bien con una cuchara y déjala reposar 10 minutos. Fúndela unos 30 segundos en el microondas y mézclala con el mango triturado. Vierte la gelatina sobre la tarta, de manera que quede totalmente cubierta. Déjala 3 horas más en la nevera.

8. Desmolda y sirve

Transcurrido el tiempo indicado, pasa un cuchillo o una espátula por todas sus paredes de la tarta y desmóldala con cuidado. Para decorar puedes añadir unos pedacitos de fruta de temporada y galletas maría minis, como hemos hecho nosotros.

El truco

Calcula antes de prepararla que necesitas unas 6 horas de reposo mínimo en la nevera.

La gelatina: elemento esencial

Uno de los puntos más importantes de esta receta es el uso correcto de la gelatina. Por un lado, es fundamental hidratarla en agua durante unos 10 minutos. Y, por otro, en el momento de incorporarla a la mezcla de azúcar y queso, no te olvides que este ingrediente no puede hervir, porque perdería su poder gelificante. Solo se puede calentar. Así que, en este paso, vigila que la mezcla no pase de los 60 °C.

También debes prestar atención al montar la nata. Unos 30 minutos antes de hacerlo, déjala en la nevera para que esté muy fría y haz lo mismo con el bol que vayas a usar y las varillas eléctricas. Gracias a este sencillo gesto, la nata se montará antes y quedará mucho mejor.

Luego, al mezclarla con la crema de mango. Procura realizar movimientos envolventes. De esta manera, la nata no perderá aire y la mezcla quedará cremosa, esponjosa… y sin aspecto gomoso.

Un postre de lujo

Ideal para servir un día que tengas muchos comensales a comer, ya que con los ingredientes que te facilitamos te pueden salir entre 12 y 14 raciones, esta tarta gustará tanto a los más pequeños de la casa como a los adultos. Antes de llevar a la mesa, decórala con unas virutas de chocolate negro o unos frutos rojos y… triunfarás.

Consejos para el cheesecake de mango

  • Si no tienes máquina procesadora, coloca las galletas en una bolsa de congelación y dales golpes con un rodillo. Puedes dejarlas con una textura de arena o con trocitos. Eso sí, tanto en un caso como en el otro, en el momento de formar la base, aprieta la masa de galletas ligeramente con una cuchara para que quede bien compactada.
  • Para dar más sabor al cheesecake, puedes agregar un chorrito de esencia de vainilla al mezclar el azúcar con el queso.
  • Antes de realizar la gelatina de mango, prueba la fruta y, si ves que está un poco ácido, añade un poco de azúcar.
  •  Si te sobra algún trocito de tarta, no la tires. Te aguantará perfectamente en la nevera unos 4 días. También se puede congelar.
  • Puedes sustituir el mango por melocotón o por arándanos. Y, si quieres que tenga un toque refrescante, al decorar la tarta agrega unas hojitas de menta.
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