Si te pregunto con qué país relacionas la mortadela y el parmesano , no dudarás ni un segundo, ¿verdad? Italia. Pues sí, estos canapés fríos se elaboran con productos 100% italianos, pero muy fáciles de encontrar también en nuestro país. La mortadela es un embutido que tiene su origen en la región italiana de Bolonia y se elabora con carne de cerdo muy picada, mezclada con grasa de cerdo (que son las motas o cuadraditos blancos que son visibles en cada corte). Se suele aderezar con ajo, pimienta, aceitunas y también pistachos. Y algunas mortadelas también llevan trufa, lo que las convierte en un bocado gourmet. La mortadela tiene un sabor característico e inigualable, y forma parte de muchos platos típicos de Italia, desde los paninis hasta las pizzas, pasando por los antipasti o entrantes italianos. Una manera muy habitual de degustar la mortadela en Italia es cortada en dados gruesos, aliñados con un buen aceite de oliva virgen y a veces también con un poco de vinagre de Módena, con queso parmesano recién rallado. Y en esta elaboración es en la que nos hemos inspirado en Cocina Fácil para preparar nuestros canapés de mortadela . Solo que, en lugar de cortarla a dados, la utilizamos cortada en lonchas bien finas, para conseguir un bocado más elegante. El queso parmesano, por su parte, procede de Parma, como bien indica su nombre. Es un queso potente y salado, que a menudo incluye pequeñas cristalizaciones que le dan un toque crujiente. El parmesano combina bien con la untuosidad de la mortadela y la combinación de los dos ingredientes potencia los sabores de ambos. En cuanto a los pistachos, aunque no tienen un origen italiano (son originarios de Oriente Medio y Asia), sí tienen una larga tradición en Italia, en especial en Sicilia, donde se cultivan desde hace más de un siglo. Trucos para tus canapés de mortadela y parmesano En lugar de espolvorear los canapés con pistachos picados, puedes utilizar unas aceitunas picadas. Si son de origen italiano, aún mejor. Como país mediterráneo, Italia tiene una larga tradición aceitunera y posee variedades autóctonas de gran valor culinario, como la Nocellara del Belice (Sicilia), la Taggiasca (Liguria), la Frantoio (Toscana), la Gaeta (Lazio), la Cerignola (Apulia) o la Leccino (Toscana y otras regiones del centro de Italia). También puedes untar las tostadas con salsa de trufa o tartufato o regarlas con unas gotas de aceite de trufa (cuidado con la cantidad, es muy aromático además de muy caro). Si te decides por esta opción, no le pongas aceite de oliva a los canapés. Una alcaparra puede ser una decoración perfecta para los canapés de mortadela y parmesano. Añadirán un toque ligeramente amargo, pero sutil, y darán un punto de frescor a estos canapés.