No hay nadie que se resista ante los buenos guisos marinero s. Caldosos, reconfortantes y con un sabor espectacular, son de esos platos con sabor a tradición siempre apetecen. Si estás buscando alguna idea que sea suculenta, pero que no arruine tu presupuesto familiar, en Cocina Fácil venimos en tu ayuda. Hemos preparado una receta que cumple este objetivo: una caldereta de marisco con huevos de codorniz y patatas . Elaborado con gambas arroceras, mejillones, pulpo y unos palitos de cangrejo , este guiso es tan sencillo de realizar y queda tan gustoso que no te dará pereza prepararlo. Lo puedes servir en una comida de domingo o en un día especial y conquistará a tu familia desde el primer momento. Y es que solo con el olorcito que desprende, ya hará salivar a todo el mundo. Otras ideas que también te pueden interesar son la sopa de chirlas con arroz , el arroz de pescado de roca con verduras o el salpicón de marisco con pulpo, mejillones y palitos de cangrejo . Pasos esenciales El éxito de esta caldereta, como en todos los guisos marineros, está en escoger una materia prima que sea de calidad, usar un caldo de pescado o fumet casero que sea muy gustoso y, cocinar un rico sofrito , de esos que se preparan con calma, a fuego lento. Deja que la cebolla quede bien pochadita, que el agua del tomate se evapore por completo… sin olvidar el toque que le aporta el vino blanco. Ya lo verás, si sigues este consejo te quedará una caldereta de lujo. Por lo que se refiere a las patatas , elige una variedad que cueza bien, pero que no se deshaga en el momento de cocinarla. Sugerencias para la caldereta de marisco con huevo y patatas Al terminar el fumet, revisa los recortes de pescados que hayas usado y retira la carne que tengan entre las espinas. Te servirá para enriquecer una sopita de pescado. Puedes agregar unas chirlas a esta caldereta. También puedes recurrir al marisco congelado. Así el plato será mucho más económico. El pulpo lo puedes comprar ya cocido, listo para usar, pero si quieres cocerlo tú, recuerda que, antes de cocinarlo, debes "asustarlo". Para ello, sumérgelo en una olla con agua hirviendo y déjalo 2-3 segundos. Sácalo del agua y escáldalo de nuevo dos veces más. Luego, déjalo cocer durante unos 45 minutos con sal y unas hojas de laurel. Y para saber que está en su punto, pincha las patas por el extremo más ancho con la punta de un cuchillo. Si ofrecen poca resistencia, ya lo puedes sacar.