No sé si a ti te pasa como a mí, cuando encuentro una receta que me encanta, nunca me canso de hacerla ni de comerla. Este bizcocho de avena y naranja, por ejemplo, lo suelo hacer cada semana, porque así ya tengo el desayuno (o la merienda), casera, con fruta y con poco azúcar. ¡Lo tiene todo! Este es uno de esos bizcochos que podemos utilizar como desayuno saludable porque no lleva harina (la sustituimos por copos de avena triturados) y el azúcar que le hemos puesto es opcional y además, se puede sustituir por edulcorante. La clave para que este postre no necesite azúcar es escoger unas buenas naranjas autóctonas, maduras y dulces por sí mismas . De esta manera nos ahorraremos muchas calorías. En cualquier caso, también hemos cambiado la harina por avena, que al triturarla se convierte en un polvo muy finito que también tiene cierto dulzor. Si quieres decorar tu bizcocho puedes espolvorear unos copos de avena por encima o también ponerle unas rodajas de naranja. También podemos hacer una versión saludable del glaseado cambiando el azúcar glas por harina de maíz. La mezclamos con zumo de naranja, calentamos y removemos muy bien para que no queden grumos. Luego se deja reposar y se extiende por encima del bizcocho.