Así hacen las abuelas belgas este brioche tradicional: Cramiques con chispas de chocolate (harán que triunfes en las meriendas del fin de semana)

¿Te gustan los bollos esponjosos y dulces? ¡Descubre los cramiques, los brioches belgas con chispas de chocolate que te enamorarán!

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Ruth Puig

Periodista especializada en gastronomía

Cramiques, brioches belgas con chispas de chocolate
Istock
4 personas
60 min

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Tipo Plato:

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Precio:

€ €

Dificultad:

Media

Si te gustan los bollos tiernos, esponjosos y con un toque dulce e irresistible, los cramiques se van a convertir en tu nueva obsesión. Estos brioches belgas, parecidos a los famosos doowaps, tienen una miga esponjosa y un sabor que ha conquistado a muchas generaciones.

Su origen se encuentra en Bélgica y el norte de Francia, donde se disfrutan en el desayuno o la merienda con café o chocolate caliente. Llevan azúcar perlado, aunque la versión con pepitas de chocolate también es deliciosa.

Lo mejor de esta receta es que, aunque lleva su tiempo prepararla, el resultado lo compensa. La masa es bastante pegajosa y algo difícil de manejar, pero con unos trucos sencillos podrás trabajarla sin problema. Así conseguirás unos bollos perfectos por varios días.

Si nunca has hecho un brioche en casa, esta es una excelente opción para empezar. Sigue el paso a paso que te dejamos a continuación y disfrútalos hoy mismo.

Ingredientes paraAsí hacen las abuelas belgas este brioche tradicional: Cramiques con chispas de chocolate (harán que triunfes en las meriendas del fin de semana)

  • Para la masa
  • 450 gramos de harina de fuerza
  • 200 gramos de leche tibia
  • 100 gramos de azúcar
  • 15 gramos de levadura fresca
  • 2 huevos
  • 80 gramos de mantequilla
  • 100 gramos de pepitas de chocolate
  • Para el almíbar
  • 50 gramos de agua
  • 50 gramos de azúcar

1. Activa la levadura

El primer paso es activar la levadura para que la masa suba bien. Calienta la leche hasta que esté tibia (unos 37°, debe sentirse templada al tocarla). Añade la levadura y deja reposar 5-10 minutos. Verás que la mezcla empieza a burbujear, lo que significa que ya está lista para usar.

2. Prepara la masa

En un bol grande, mezcla la harina con el azúcar. Añade la leche con la levadura y los huevos ligeramente batidos. Comienza a mezclar con una cuchara de madera o con la batidora amasadora a velocidad baja. Al principio, la masa será pegajosa y algo difícil de manejar, pero no te preocupes, es normal.

3. Incorpora la mantequilla

Cuando los ingredientes estén bien mezclados, añade la mantequilla poco a poco. Asegúrate de que esté a temperatura ambiente y cortada en trozos pequeños. Sigue amasando hasta que la masa sea más elástica y uniforme. Esto puede tardar entre 10 y 15 minutos si usas amasadora, o un poco más si lo haces a mano. Si amasas a mano, ten paciencia: la masa es pegajosa, pero no añadas más harina. Para hacerlo más fácil, puedes ponerte un poco de aceite en las manos.

4. Agrega las pepitas de chocolate

Cuando la masa esté lista y tenga una textura lisa y elástica, incorpora las pepitas de chocolate. Mezcla suavemente hasta que se distribuyan de manera uniforme. Es importante no amasar demasiado en este punto para evitar que las pepitas de chocolate se derritan con el calor de las manos.

5. Primer levado

Engrasa un bol grande con un poco de aceite y coloca la masa dentro. Cubre con un paño limpio o con film transparente y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.

6. Forma los bollos

Cuando la masa haya levado, pásala a una superficie ligeramente enharinada y divídela en cuatro partes iguales. Forma bolas con cada porción, asegurándote de que queden bien selladas y sin grietas en la superficie. Coloca los bollos en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear, dejando algo de espacio entre ellos.

7. Segundo levado

Pincela los bollos con huevo batido y déjalos reposar nuevamente durante 1 hora en un lugar cálido. Este segundo levado es clave para que los cramiques queden bien aireados y con una textura suave. Justo antes de hornear, vuelve a pincelarlos con huevo para que adquieran un bonito color dorado.

8. Hornea tus cramiques

Precalienta el horno a 180° con calor arriba y abajo. Hornea los cramiques durante 30-40 minutos o hasta que estén bien dorados por fuera. Si ves que se doran demasiado rápido, puedes cubrirlos con papel de aluminio a mitad de la cocción.

9. Prepara el almíbar

Mientras los bollos están en el horno, prepara un almíbar ligero calentando 50 gramos de agua con 50 gramos de azúcar en un cazo. Lleva la mezcla a ebullición y deja hervir durante un minuto hasta que el azúcar se disuelva por completo.

10. Pincela y disfruta

Nada más sacar los cramiques del horno, pincélalos con el almíbar caliente. Esto les dará un brillo precioso y una textura aún más jugosa. Deja que se enfríen ligeramente antes de probarlos y disfrutarlos.

¡Trucos y consejos!

  • Es normal que la masa sea pegajosa, pero no añadas más harina. Para evitar que se te pegue en las manos, úntalas con un poco de aceite o usa una rasqueta para manejarla mejor.
  • Si hace frío en tu cocina y la masa no sube bien, puedes meterla en el horno apagado con la luz encendida o colocarla cerca de una fuente de calor.
  • Estos brioches se mantienen tiernos varios días si los guardas en una bolsa hermética o envueltos en film. También puedes congelarlos una vez fríos y recalentarlos en el horno antes de consumir.

Y si eres un amante de las masas de brioche, no puedes perderte el brioche con el sabor de siempre, el brioche esponjoso con relleno jugoso de manzana y nueces, o el brioche de peras y avellanas. Con cualquiera de estas cuatro recetas, triunfarás, ¿te animas a probar?

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