Estas bolitas rellenas de queso y embutido son una forma original y sabrosa de preparar unos aperitivos de bocado ideales para cualquier momento del día y cualquier ocasión. Una receta perfecta para sorprender a tu familia, o a tus invitados si decides prepararla con motivo de alguna celebración o comida que organices en casa. Ya verás que son superfáciles de preparar , solo tendrás que cortar la masa de hojaldre en círculos y rellenarlos con un poco de queso y algún embutido. Si las preparas en otoño, puedes darles forma de calabaza , haciendo lo que ves en el vídeo: átalas con un cordel o hilo de bridar para marcar la forma de esta hortaliza. Verás que cuando el hojaldre se hinche durante la cocción perderán un poco la forma, es normal. Pero si luego les pones una hojita a modo de decoración, quedarán muy bonitas. Nosotros hemos utilizado hojitas de menta, pero puedes emplear unas hojitas de romero o albahaca. Lo bueno de esta receta es que puedes variar el relleno a tu gusto, e incluso preparar varios rellenos distintos, con embutidos distintos que tengas en casa: ¡será como un juego descubrir el sabor de cada bolita de hojaldre! Si te preguntas cómo disfrutar de estas calabacitas, te recomendamos comerlas calientes, recién salidas del horno, porque el queso se habrá fundido y serán una auténtica pasada. Si quieres prepararlas con antelación, también puedes porque frías están igualmente buenas. Alternativas para tus bolitas de hojaldre Varía el relleno de tus calabacitas de hojaldre, probando con combinaciones de sabores que os gusten en casa. Aquí tienes algunas opciones. Utiliza diferentes quesos, como queso de cabra, gouda, de oveja con trufa o uno ligeramente picante para un sabor más fuerte. También son una buena opción los quesos azules. Si buscas algo diferente, en lugar de salsa de tomate, prueba con pesto o una salsa de yogur con hierbas. ¡Deja volar tu imaginación! Y en cuanto a los embutidos, tienes muchas opciones: chorizo, salami, sobrasada, salchichón, fuet... Pero también cocidos como jamón york, fiambre de pavo o mortadela. Y, por supuesto, siempre tienes la opción del jamón serrano o ibérico, que es una apuesta segura. Si quieres que el relleno también tenga un punto crujiente, puedes añadir un trocito de fruto seco.