Los latkes son unas deliciosas tortitas fritas de patata, típicas de la cocina judía , que se disfrutan especialmente en Janucá. Esta festividad conmemora la victoria del pueblo judío sobre el Imperio seléucida y la recuperación del templo de Jerusalén. Según la tradición, al encender la menorá (candelabro sagrado) solo quedaba aceite para un día, pero milagrosamente la llama se mantuvo encendida durante ocho. Por eso, en Janucá se preparan recetas fritas en aceite, como los latkes, en honor a este acontecimiento. Más allá de su origen, estos bocaditos se han vuelto un clásico en muchas partes del mundo. Son ideales como aperitivo , guarnición o incluso como plato principal acompañado de ensalada . ¡Puedes disfrutarlos como prefieras! Aunque la receta original se prepara solo con patata, en esta versión el calabacín y queso emmental aportan un toque único y delicioso que los hace aún más increíbles. El secreto de unos latkes perfectos El secreto para lograr unos latkes perfectos radica en eliminar toda la humedad de los vegetales antes de mezclarlos . Para hacerlo, puedes presionar los ingredientes con un paño limpio o usar un colador, asegurándote de que no quede ni una gota de líquido. Si se escurren bien los vegetales, la masa resultante será demasiado líquida y los latkes no se freirán como deberían. Incluso podría suceder que la masa se deshaga en la sartén, convirtiendo la receta en un verdadero fracaso. Por eso, dedicar tiempo a este paso es clave para obtener un resultado delicioso y crujiente . ¡Anímate a hacerlos! Aquí tienes los ingredientes y el paso a paso para que te queden deliciosos y crujientes. Una versión más ligera Si buscas una opción más ligera, puedes hacer los latkes al horno en lugar de freírlos. Simplemente, colócalos en una bandeja a 200° durante 20 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción. Aunque no quedarán tan crujientes como los fritos, seguirán siendo deliciosos.