Antes tardaba mil horas en hacer la cena, ahora la hago a toda velocidad con unos latkes, los bocaditos de patata judíos, ¡supercrujientes!

Con calabacín y queso emmental, crujientes y llenos de sabor: estos latkes te conquistarán a la primera. Descubre el secreto para que queden perfectos y disfrútalos como más te guste. ¡No te lo pierdas!

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Ruth Puig

Periodista especializada en gastronomía

Latkes, bocaditos de patata judíos
Istock
4 personas
30 min

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Tipo Plato:

Aperitivos y tapas

Primeros platos y entrantes

Acompañamientos

Precio:

€ €

Dificultad:

Media

Los latkes son unas deliciosas tortitas fritas de patata, típicas de la cocina judía, que se disfrutan especialmente en Janucá. Esta festividad conmemora la victoria del pueblo judío sobre el Imperio seléucida y la recuperación del templo de Jerusalén. Según la tradición, al encender la menorá (candelabro sagrado) solo quedaba aceite para un día, pero milagrosamente la llama se mantuvo encendida durante ocho. Por eso, en Janucá se preparan recetas fritas en aceite, como los latkes, en honor a este acontecimiento.

Más allá de su origen, estos bocaditos se han vuelto un clásico en muchas partes del mundo. Son ideales como aperitivo, guarnición o incluso como plato principal acompañado de ensalada. ¡Puedes disfrutarlos como prefieras! Aunque la receta original se prepara solo con patata, en esta versión el calabacín y queso emmental aportan un toque único y delicioso que los hace aún más increíbles.

El secreto de unos latkes perfectos

El secreto para lograr unos latkes perfectos radica en eliminar toda la humedad de los vegetales antes de mezclarlos. Para hacerlo, puedes presionar los ingredientes con un paño limpio o usar un colador, asegurándote de que no quede ni una gota de líquido. Si se escurren bien los vegetales, la masa resultante será demasiado líquida y los latkes no se freirán como deberían. Incluso podría suceder que la masa se deshaga en la sartén, convirtiendo la receta en un verdadero fracaso. Por eso, dedicar tiempo a este paso es clave para obtener un resultado delicioso y crujiente.

¡Anímate a hacerlos! Aquí tienes los ingredientes y el paso a paso para que te queden deliciosos y crujientes. 

Ingredientes paraAntes tardaba mil horas en hacer la cena, ahora la hago a toda velocidad con unos latkes, los bocaditos de patata judíos, ¡supercrujientes!

  • 200 gramos de calabacín
  • 200 gramos de patata
  • 1 huevo
  • Harina de trigo (cantidad necesaria)
  • 2 gramos de levadura química
  • 40 gramos de queso emmental rallado
  • 5 mililitros de tomate concentrado
  • Ajo granulado (al gusto)
  • Pimienta negra molida (al gusto)
  • Sal (al gusto)
  • Aceite de oliva virgen extra (para freír)

1. Prepara los vegetales

Lava bien el calabacín y las patatas, y sécalos con un paño. Ralla el calabacín con un rallador de grosor medio o usa un procesador de alimentos para hacerlo más rápido. Coloca el calabacín rallado en un colador con una pizca de sal y déjalo reposar durante 15 minutos para que suelte el exceso de agua. Al final, presiona bien con una cuchara o con las manos para eliminar la mayor cantidad de líquido posible.

2. Mezcla los ingredientes

Pela las patatas y rállalas con el mismo grosor que el calabacín. Pon ambos vegetales en un bol grande y añade el huevo batido, el tomate concentrado o la pasta de guindilla y el queso rallado. Agrega ajo granulado, una pizca de pimienta negra y sal al gusto. Ralla un poco de limón para darle un toque fresco.

3. Ajusta la textura de la masa

Incorpora dos cucharadas de harina y la levadura química, mezclando bien. Si la masa está demasiado líquida, añade un poco más de harina hasta que puedas coger porciones sin que se deshagan. No te preocupes si queda algo de líquido en el fondo del bol, pero la mezcla debe tener suficiente consistencia para formar pequeñas porciones con una cuchara.

4. Fríe los latkes

Calienta una sartén con un fondo generoso de aceite de oliva virgen extra. Cuando esté bien caliente, coge porciones de masa con una cuchara grande y colócalas con cuidado en el aceite. Aplástalas ligeramente con el dorso de la cuchara para darles forma de disco irregular. Cocina durante unos 5 minutos por cada lado, hasta que estén bien dorados y crujientes.

5. Escurre y sirve

Una vez dorados, retira los latkes y colócalos sobre papel de cocina para absorber el exceso de aceite. Continúa con el resto de la masa hasta terminarlos todos. Sirve inmediatamente para disfrutar de su textura crujiente o congélalos una vez fríos, envueltos individualmente. Para recalentarlos, lo mejor es pasarlos por la plancha unos minutos para recuperar su textura original.

Una versión más ligera

Si buscas una opción más ligera, puedes hacer los latkes al horno en lugar de freírlos. Simplemente, colócalos en una bandeja a 200° durante 20 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción. Aunque no quedarán tan crujientes como los fritos, seguirán siendo deliciosos.

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