Muy parecidos a otros dulces a base de almendra que se pueden encontrar en otras zonas de nuestro país, como los populares amarguillos, los amargos son tan sencillos de realizar que incluso las personas con poca maña en la cocina los pueden hacer sin problemas.
Para que queden perfectos, ten presente que la masa estará en su punto cuando tenga un aspecto homogéneo, consistente y algo pegajoso. No debe quedar muy blanda porque, al ponerla en la bandeja del horno, se aplanaría y el resultado final no sería el esperado.
Se comen todo el año
Originariamente, eran unas pastas que se preparaban solo en Navidad, aunque hoy en día se puede disfrutar de ellas durante todo el año. Ideales para comer a la hora de la sobremesa, con un café o una infusión, o si vienen visitas a merendar, los amargos se mantienen en perfectas condiciones durante varios días. Eso sí, guárdalos en una caja hermética.
De dónde viene su nombre
Según parece, el nombre de amargo podría deberse a que, antiguamente, algunas de las almendras que se usaban para realizar estas pastitas eran verdes o amargas, ya que no se seleccionaban como pasa hoy en día, y la masa adquiría un sabor ligeramente amargo.
Consejos y variantes
- En lugar de comprar las almendras crudas y sin pelar, si quieres ir más rápido, las puedes adquirir ya ralladas.
- En nuestra receta agregamos ralladura de limón a la masa, pero también puedes añadir un chorrito de licor de almendras.
- Para que las bolitas te queden del mismo tamaño, coge las porciones de masa con una cuchara. Así quedarán iguales. Por otro lado, a la hora de hacer las bolitas, para que la masa no se pegue a las manos, úntatelas un poco de clara de huevo.
- No hornees los amargos más de 15 minutos o quedarán excesivamente duros. Y si ves que se tuestan demasiado, tápalos con papel de aluminio.
Otros dulces típicos de Menorca
Aunque la ensaimada es el dulce más típico de Menorca, lo cierto es que la isla balear tiene mucha tradición pastelera y su recetario cuenta en su haber con distintos dulces y postres que están para chuparse los dedos. Uno de los que más nos gustan son los crespellines, unas galletas de forma redondeada con bordes dentados y una textura muy crujiente y consistente y lo mejor es que se preparan con ingredientes que todos tenemos en casa: harina, huevos, azúcar, leche y mantequilla, entre otros.
También es llamativo el Cuscussó, una receta menorquina, que sirve como postre o relleno, y con orígenes árabes. Tiene ingredientes como almendras, pan rallado, azúcar y grasa de cerdo o manteca de vaca, y se suele preparar principalmente en Navidad. Además, dependiendo de la zona de la isla, puede prepararse más compacto, como en Ciutadella, o con una textura más similar a la del cuscús.
Otro que nos encanta, por su similitud a la ensaimada y porque también es típico de la Comunidad Valenciana, es la coca bamba. Es conocida también como coca de San Juan y muy popular durante las fiestas patronales. Además, a diferencia de otras cocas, esta no va rellena de cremas ni confituras y es más alta y compacta que la valenciana.