Alma Obregón es la creatividad en estado puro. Licenciada en comunicación audiovisual, hace más de 15 años que endulza nuestras cocinas con sus creaciones dulces. Como chef repostera es la innovación constante y su legión de alumnos pueden disfrutar de ello en sus cursos de repostería. Es también un auténtico icono en redes sociales, donde acumula más de 400.000 seguidores que la acompañan a diario a través de un contenido muy fresco y personal: real como la vida misma.
¿Cómo te iniciaste en el mundo de la repostería?
Desde pequeña me ha gustado mucho el dulce y, siempre que podía, ayudaba a mi madre cuando ella elaboraba algún postre. Años más tarde, cuando me fui a estudiar a Alemania, empecé con la repostería como una afición que me ayudaba a llevar mejor el día a día. Pronto se convirtió en una obsesión y decidí cambiar mi rumbo profesional y formarme en pastelería para poderlo convertir en mi profesión.
¿Qué consejo le darías a alguien que se interesa por el mundo de los postres pero, con la multitud de recetas y preparaciones, no se decide a encender el horno?
Yo les diría que elijan una receta sencilla, sin demasiados ingredientes y con pocos pasos. Esto va a facilitar que el resultado sea mejor. También les recomendaría pesar todo con precisión y buscar recetas que estén muy bien explicadas paso a paso, con tiempos de horneado y medidas del molde. Todos esos datos van a hacer que la experiencia sea mucho más exitosa. Por último, les diría que a mí me salieron muchísimas recetas mal antes de que empezaran a salirme bien, que lo que nos hace buenos reposteros es la práctica. ¡Nadie nace sabiendo!
Bizcocho marmolado de chocolate y vainilla
Para 4 personas
Ingredientes para la masa de vainilla
- 150 gramos de azúcar
- 3 huevos
- 120 gramos de nata de montar 35% (materia grasa)
- 200 gramos de harina
- 1 cucharadita de levadura química (4,5 gramos)
- 50 gramos de mantequilla fundida
- 1 cucharadita de vainilla en pasta o extracto (5 mililitros)
Ingredientes para la masa de vainilla
- 120 gramos de azúcar
- 3 huevos
- 60 gramos de nata de montar 35% (materia grasa)
- 35 gramos de cacao en polvo
- 105 gramos de harina
- 1/2 de cucharadita de levadura química (2,2 gramos)
- 35 gramos de mantequilla fundida
Ingredientes para el glaseado de chocolate
- 100 gramos de chocolate negro 54% troceado
- 30 gramos de mantequilla
- 40 gramos de glucosa, sirope de maíz o miel
- 2 cucharadas de agua (30ml)
- Fideos de chocolate para decorar
Paso a paso
Fundimos la mantequilla
Comenzamos fundiendo la mantequilla en un cazo sin que llegue a hervir y reservando para que vuelva a temperatura ambiente. Puedes fundirla toda junta y luego pesarla por separado para cada receta.
Precalentamos y preparamos el molde
Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo (165º si vas a usar aire). Engrasamos el molde de cake de tamaño standard (el mío es de 25cmx11cm) y colocamos un papel de horno en la base para facilitar el desmoldado.
Preparamos la masa de vainilla
Empezamos por la masa de vainilla: batimos los huevos con el azúcar, dos minutos a velocidad media hasta que blanqueen y estén esponjosos. Recuerda usar la pala o las varillas simples (no el globo). Queremos que entre aire pero tampoco necesitamos “montar” los huevos. Incorporamos la nata y la vainilla. Añadimos la harina, tamizada con la levadura química, y cuando tengamos una masa homogénea, añadimos la mantequilla fundida. Reservamos.
Preparamos la masa de chocolate y empezamos a montar las capas
Preparamos la masa de chocolate exactamente igual que la masa de vainilla, pero añadiendo el cacao tamizado con la harina y la levadura química. Alternamos ambas masas en el molde, a cucharadas, y removemos ligeramente con un palillo para conseguir el efecto marmolado.
Vertemos y horneamos
Vertemos nuestra masa en el molde y horneamos 65 minutos o, hasta que al pinchar con un palillo, salga limpio. Si vemos que se está dorando en exceso y aún no está cocinado, cubrimos la parte superior con un papel de aluminio para evitarlo.
Preparamos la cobertura
Preparamos el glaseado calentando todos los ingredientes en un cazo hasta tener una mezcla homogénea. Conservamos con un film a piel hasta el momento de usarlo.
Glaseamos y decoramos
Glaseamos el bizcocho y decoramos con fideos de chocolate.
En el mundo de los postres has hecho prácticamente de todo. ¿Cuál es el tipo de postre con el que te sientes más cómoda y el que te parece más sencillo de dominar?
Mi primer amor fueron los cupcakes pero confieso que mis dos grandes éxitos son los rollos de canela y la tarta de queso al estilo New York: no fallan y una vez les coges el truco son muy fáciles de elaborar.
¿Qué consejos le darías a alguien que quiere iniciarse en recetas dulces un poco más complejas?
Le animaría a dar el paso. A todos nos da respeto aprender nuevas técnicas o recetas. Al final, siempre tienes ese miedo de fallar… pero si no arriesgas, ¡nunca sabrás si te habría salido bien!
En mi caso el hojaldre me dio miedo muchos años, incluso cuando ya sabía prepararlo, y ahora adoro elaborarlo yo. Lo mismo con los macarons. Al principio, cada vez que los hacía estaba temblando hasta que salían del horno. Hoy los hago con los ojos cerrados. Al final, todo en la repostería se trata de practicar.
Empezaste en el mundo de los cupcakes, pero también tienes un libro publicado sobre recetas tradicionales. ¿Qué define tus recetas tradicionales frente a la corriente más moderna?
España tiene un patrimonio increíble en la repostería. Tenemos recetas tradicionales excelentes, deliciosas y que poco a poco se están perdiendo, o porque no estaban apuntadas en ningún lugar, o porque las anotaciones indican muchas medidas “a ojo” o, sencillamente, porque las nuevas tendencias de alimentación las rechaza.
Lamentablemente, lo cierto es que son muchas las recetas que, a medida que la gente mayor nos va dejando, desaparecen. De hecho, me dio pena que para el libro tuve que hacer una pequeña selección y hay cientos de recetas que quedaron fuera. Me apasiona la repostería moderna y las recetas de otros países, pero es muy importante también seguir reivindicando ese patrimonio maravilloso que tenemos y pelear para que no se pierda.
¿Qué receta sencilla recomendarías a un principiante?
Va a parecer manido pero el bizcocho 1-2-3, el de las medidas del yogur, sale siempre bien y es muy muy fácil. De hecho, creo que es una de las recetas que han sido el punto de partida de muchos reposteros ya que, como siempre sale bien, pues anima a seguir haciendo más recetas.
¿Hay algún postre que aún se te resista?
Más que resistirse… hay algunos que me dan más pereza. Todos los postres con textura mousse, los semifríos… como no me apasiona comerlos, pues me aburre hacerlos, pero bueno, si hay que hacerlos se hace.
¿Cuál es el postre tradicional más emblemático que has preparado y que consideras que es la receta que todos deberíamos aprender a hacer?
Creo que saber elaborar unas buenas magdalenas es esencial. Es una receta fantástica que tenemos en nuestro recetario tradicional y que le gusta a todo el mundo. Y luego las torrijas y la leche frita… ¡imposible no mencionarlas!
¿Qué papel juega tu familia en la adopción de trucos o consejos a la hora de hacer postres?
Mis hijos adoran la repostería, así que con ellos elaboro muchas recetas. Eso me ha ayudado también a poder dar consejos para cocinar con peques. Por otro lado, tengo la fantástica suerte de que mi madre es una gran repostera, y me ha transmitido muchas recetas que he podido adaptar y compartir en mis libros y diferentes proyectos.
¿Cuál es el postre favorito de tus hijos?
El de mi hijo Bruno son los muffins de arándanos. Mis hijas cambian más. Creo que en este momento son las cookies, pero va variando.
¿Cómo compaginas tu día a día con la vorágine de las redes, los cursos, los libros, las recetas que publicas y todos los eventos a los que asistes?
En estos años he ido modificando mucho mi trabajo para poder conciliar. Antes de tener los niños trabajaba a todas horas, tanto entre semana como los fines de semana y además, viajaba muchísimo por trabajo. Luego empecé a ver que ese ritmo de vida (tener un obrador, dar talleres todos los fines de semana, viajar a eventos…) no era compatible con estar presente en la crianza de mis hijos. Poco a poco, sobre todo después de la pandemia, me fui desplazando al mundo online. Ahora mismo estoy muy focalizada en los cursos online (que puedo grabar durante la semana, en el horario que están en el cole) y doy cursos presenciales de forma puntual. Los libros y los vídeos para Instagram y Youtube son más fáciles de compaginar porque los hago mientras los niños están en el cole. Así las tardes las tengo libres para estar con ellos.
“Disfruta de la repostería. Recetas dulces que siempre salen bien” es el título de tu nuevo libro. ¿Con qué receta sencilla nos recomiendas empezar?
En mi libro vais a encontrar un sinfín de recetas muy sencillas y que siempre salen bien. Están todas explicadas paso a paso y el propio libro está organizado de menor a mayor dificultad por lo que cualquiera de las recetas de los primeros capítulos son adecuadas para quitarle el miedo a la repostería de una vez por todas.
¿Cómo se consigue innovar en las recetas? ¿Nunca piensas “se me van a acabar las ideas”?
Jajaja. Cada día. Muchas veces lo pienso porque es cierto que llevo ya 15 años dedicada a este mundo y hay días que me veo un poco bloqueada. O quizá pienso una idea genial para una receta y de repente me doy cuenta que ya hice esa combinación de sabores o texturas hace 10 años, jajaja. Gracias a Dios, lo cierto es que la repostería es una fuente inagotable de inspiración y creo que podré estar toda la vida haciendo recetas nuevas sin que nunca se acaben las opciones.
Sé que eres extremadamente golosa pero, ¿crees que es posible elaborar pastelería más saludable consiguiendo los mismos resultados en cuanto a textura y sabor?
En estos años he elaborado mucha repostería saludable. En ese sentido, no soy muy partidaria de sustituir el azúcar por edulcorantes artificiales, y tiendo a buscar alternativas naturales como puedan ser los dátiles, la fruta… También he explorado mucho el mundo de la repostería sin alérgenos (sin proteína de leche, sin gluten, sin huevo…) y creo que tenemos todavía muchísimo por recorrer en ese sentido. Se pueden elaborar verdaderas delicias que, además, sean saludables.
Aunque sé que has elaborado con éxito casi todos los postres imaginables, se me ocurren un montón de preguntas sobre tus gustos personales ¿Te atreves con un pequeño test?
¡Por supuesto!
¿Tartas altas o tradicionales?
Me gustan ambos tipos. Suelo elaborar más las altas, pero para mi cumple elegí Tarta San Marcos que me encanta.
¿Tarta de queso cuajada o tarta de queso semi líquida?
Confieso que a mí me gusta más el estilo americano, cuajado, pero si hay que hacer caso a las modas así que ahora hago también de las semi líquidas.
¿Magdalenas tradicionales o cupcakes decorados?
Imposible decisión. Las como en momentos diferentes. Las magdalenas son un desayuno infalible, los cupcakes un capricho irresistible. No es incompatible amar ambos.
¿Crema de queso o crema de mantequilla?
Crema de queso.
¿Galletas decoradas o cookies rellenas?
Cookies rellenas. Soy muy muy golosa.
¿Brownie o blondie?
Brownie de pistachio y chocolate blanco.
¿Newyork Rolls o Cinnamon Rolls?
¡Los rollos de canela siempre serán los dueños de mi corazón!
¿Tarta de zanahoria o tarta red velvet?
Dios, ¡imposible decisión! Amo ambas.