Son muchas las personas que no cocinan alcachofas por el simple hecho de tener que limpiarlas, pero, lo cierto, es que deberíamos consumirlas más a menudo. Y es que, según los nutricionistas, son grandes aliadas para nuestra salud. Además de ser muy ricas en fibra y un excelente diurético, ayudan a reducir el colesterol que se acumula en nuestras arterias. Y, por si fuera poco, son muy recomendables para proteger y a regenerar el hígado. En la cocina, son muy versátiles ya que se pueden preparar de muchísimas maneras. Se pueden hervir, cocinar al vapor, a la brasa, el horno … Y utilizar en todo tipo de cremas, ensaladas, guisos, arroces, platos de pasta… Incluso, se pueden hacer rellenas, en forma de nido . Algunas propuestas que puedes incorporar a tus menús familiares, y que encontrarás en Cocina Fácil, son las alcachofas (cocidas y salteadas) con huevo de codorniz , el arroz con costilla de cerdo y alcachofas o las alcachofas guisadas con jamón y vino amontillado , una receta tradicional cordobesa que está para chuparse los dedos. Hoy te descubrimos una receta que te irá muy bien en cualquier situación, tanto en una comida de diario como en una celebración: unas alcachofas con sepia . Muy sencillas de hacer, las tendrás listas en solo 30 minutos. Cómo limpiar las alcachofas Antes de empezar a cocinar las alcachofas, tienes que limpiarlas bien y pelarlas. Primero, elimina las hojas exteriores más duras y fibrosas , corta las puntas y elimina el heno central. Para ello, coloca una cucharilla de café o un sacabolas justo en la base de esta pelusilla, gira ligeramente y… listos. Un apunte: las alcachofas suelen dejar las manos negras y son muy difíciles de eliminar. Así que, en el momento de realizar este paso, ponte unos guantes de látex o úntate las manos con un poco de zumo de limón . Una receta muy sencilla Respecto a la realización de la receta, no tiene ningún misterio. Una vez tengas las alcachofas limpias y cortadas, colócalas en una cazuela y déjalas cocer hasta que estén tiernas, unos 15 minutos. Luego, escúrrelas bien para que no quede nada de agua y agrégalas, junto con la sepia troceada, a un sofrito hecho con ajo, cebolla y pimiento rojo. En este punto solo te quedará, verter un chorrito de vino blanco y dejar cocer el conjunto, lentamente, hasta la sepia esté tierna. Ideas y variantes para las alcachofas con sepia Al comprar las alcachofas, es básico que los ejemplares tengan las yemas apretadas y bien formadas . También es importante que sean más gruesos y densos en relación a su tamaño. Por otro lado, descarta los que tengan las hojas de la base muy blandas o que presenten manchas negras. Al realizar el sofrito, puedes agregar calabacín, tomate, berenjena … Si quieres que este plato tenga un poco de chispa, puedes incorporar una guindilla entera al guiso. Retírala antes de llevar a la mesa. Para un efecto crujiente, espolvorea unos frutos secos picaditos por encima. Pueden ser nueces, avellanas, almendras, anacardos … Puedes enriquecer este plato con unas gambitas , unas virutas de jamón serrano o unas lonchitas de beicon crujiente .