Seguro que, en algún viaje a Sevilla, has probado el popular montadito de pringá y te has quedado prendada de su sabor. Y es que este clásico del tapeo andaluz, elaborado con los restos de carne del puchero o del cocido , es una delicia paladar, además de ser todo un plato de aprovechamiento . Se denomina "pringá" a la forma de comerlo ya que, para degustar la carne no se usan los cubiertos, sino un trozo de pan de mollete, y al cogerlo hay que pringarse, sí o sí, los dedos. Pero, además de tomarse con pan, la carne del puchero también se puede utilizar para realizar otro tipo de platos. Con ella puedes preparar croquetas, canelones o, como el caso de hoy, como unas albóndigas de pringá . No te las pierdas porque están de auténtico lujo. La clave de esta receta está, evidentemente, en la materia prima. Procura, por tanto, elegir carnes de la mejor calidad posible. Y respecto a las albóndigas, para que queden doraditas por fuera, pero jugosas por dentro, es importante controlar la temperatura del aceite. Fríelas a fuego medio-alto y por tandas y te quedarán perfectas. Si te han entrado ganas de elaborar otras recetas originales con albóndigas, echa un vistazo a las albóndigas de caballa en salsa , las albóndigas de alubias con salsa de tomate y chips y las albóndigas de brócoli . Consejos y variantes albóndigas de pringá Si quieres que las albóndigas sean más ligeras, incorpora carne de pavo al puchero y no añadas el chorizo a la mezcla de carnes. Conforme vayas friendo las albóndigas , colócalas sobre papel absorbente de cocina para que suelten todo el aceite. Para variar el hummus : bátelo con un poco de yogur griego para dar más cremosidad. Y en vez de pimentón, le puedes espolvorear curri o ras el hanout.