Protagonistas: las almendras y el mango
Para realizar esta original variante del clásico ajoblanco, además de los ajos, las almendras, el aceite, el vinagre y la sal, necesitarás pulpa de mango. Este fruta, dulce y deliciosa, aportará al ajoblanco un toque dulce que te va a encantar.
Si quieres que este plato te quede perfecto es importante que las almendras sean de calidad. Escoge una variedad, tipo marcona, que da excelentes resultados.
Ten presente, por otro lado, que, en esta receta, se utilizan almendras crudas (ni fritas, ni saladas...). Si las compras con la pielecilla marrón, recuerda que debes quitarla. Lo más fácil es calentar agua en una olla pequeña y, cuando esté hirviendo, escaldarlas durante 30 segundos. Luego, refréscalas y escúrrelas. Al tirar de la piel, esta saldrá fácilmente.
Respecto al mango, en el momento de comprarlo, escoge un ejemplar que, al apretarlo, ceda ligeramente y que desprenda un fuerte aroma. No te fíes del color, ya que no es un buen indicador de su madurez. Algunas variedades siempre se mantienen verdes.
Textura a tu gusto
Por lo que se refiere a la elaboración, es supersencilla. Solo tienes que colocar todos los ingredientes en el vaso de la batidora e ir triturando, mientras vas agregando el agua fría, hasta conseguir la textura deseada.
Si quieres que el ajoblanco te quede más fino, te recomendamos que pases la sopa por un colador. En cambio, si te decantas por una textura más gruesa, déjalo tal cual. Luego, guárdalo en la nevera hasta el momento de consumir.
Ideas para el ajoblanco de mango con caballa
- Nosotros hemos acompañado este ajoblanco tan especial con melón, pero también quedará muy rico con uvas (sin semillas), con un crujiente de jamón serrano o, incluso, con unas gambitas salteadas.
- Si te apetece servir este plato en una celebración, puedes presentarlo en vasitos de chupito. La caballa y el melón se pueden pinchar en broquetas.