¿Por qué será que las judías verdes, el brócoli y el repollo tienen fama de sosos y aburridos, cuando en realidad hay un montón de recetas que sacan lo mejor de ellos? Si lo piensas con detenimiento, igual no es que no te guste un alimento, sino que no acabas de dar con la forma ideal de cocinarlo a tu gusto . Esto es extrapolable al caso de los niños: unas judías verdes con patatas cocidas sin más igual les dicen poco pero ¿y si les añades un huevo duro picadito y unos taquitos de jamón? Hoy te proponemos que hagas la prueba con esta receta fácil, rica y muy sabrosa de la que no te aburrirás nunca. Además es uno de esos platos que siempre funcionan para llevar en el táper cuando comes en la oficina porque puedes prepararlo con antelación , se transporta muy bien y solo tendrás que darle un golpe de calor antes de comerlo. Para prepararlo tendrás que cocer la patata, la judía y el huevo, y saltear el jamón. Te contamos cómo hacerlo paso a paso para que te queden todos de fábula porque, aunque es sencillo, todo tiene su truquillo. El jamón salteado da una profundidad de sabor a la verdura que conseguirá que todos en casa, incluso los niños (en principio más reacios a los platos verdes), se la coman no solo sin rechistar, sino disfrutando de cada bocado. Más ideas para ganar sabor Dora uno o dos dientes de ajo al mismo tiempo que salteas el jamón. Y si esto te parece demasiado trabajo, simplemente espolvorea la verdura con un poco de ajo en polvo. Verás qué cambio. Cuando tengas el jamón bien salteado, incorpora el resto de ingredientes a la sartén, da un par de vueltas (sin pasarte para no romper en exceso la patata y el huevo duro) y espolvorea con un poco de pimentón rojo. Puedes usar el dulce o el picante (aunque debes ir con cuidado con este último si el plato lo van a comer niños). El push de sabor es brutal. Antes de saltear los dados de jamón serrano, pocha unos minutos media cebolla picada, solo hasta que esté transparente. Aunque prácticamente es posible encontrar judías verdes todo el año en los mercados, la mejor temporada para consumirlas es en primavera y verano , recién recolectadas. También puedes utilizar judías verdes congeladas, lo que te permitirá improvisar un platazo siempre que quieras. Consejos para que el plato te quede de 10 A la hora de cocer las judías, hay gustos para todos. Hay quienes las prefieren al dente y quienes las disfrutan más cuando están más tiernas y blanditas, bien cocidas. Ten en cuenta que si las cueces demasiado perderán mucho color. Una opción para evitarlo es escurrirlas y sumergirlas en agua con hielo una vez terminen de cocerse. A la hora de cocer la patata, también tendrás que estar pendiente para que no quede demasiado blanda y se deshaga. Respecto al huevo, si te pasas de tiempo la yema tenderá a ponerse verde y no quedará nada bonita. Por eso es importante que lo enfríes enseguida una vez cocido. Más recetas con judías verdes Las judías verdes a la extremeña con pimiento, cebolla, tomate y un toque del pimentón de la Vera son una de tus mejores opciones como primer plato, tanto en la comida como en la cena. También lo es esta crema de judías verdes y gambas salteadas , que también lleva patata y cebolla. Para decorar agrega un hilillo de la reducción de gambas y un toque ligero de pimienta. La ensalada de judías verdes con pato es una combinación original y riquísima. Lleva judías verdes cocidas al dente, pechuga de pato, tomatitos cherry y cebollitas francesas. Se sirve la ensalada aliñada con la mezcla de una cucharada de vinagre con una pizca de azúcar y un chorrito de aceite.