Los trucos para que la tempura de verduras quede perfecta (crujiente, ligera y nada aceitosa)

¿A ti también te ha pasado, ir a un restaurante y pedir una tempura que luego tu estómago te ha recordado durante horas?

La tempura de verduras es un plato saludable, siempre que no quede aceitoso o se utilice un aceite de mala calidad (cosa que no ocurrirá en tu casa...).

La textura de la tempura de verduras debe ser como un rebozado crujiente y ligero, que hasta te permita comerlo con las manos (sí, no pasa nada) y que no te quede rastro en los dedos... Son las dos premisas fundamentales de una buena tempura, que no sea aceitosa y que se pueda comer la pieza de un bocado.

Aunque es un plato típico de la cocina japonesa, su origen no está tan lejos, esta técnica proviene de Portugal, donde se tomaba sobre todo en Cuaresma y de ahí tal vez su origen latino (ad tempora quadragesimae). Fue en los siglos XVII y XVIII cuando se popularizó en la cocina japonesa y se empezaron a rebozar todo tipo de alimentos, desde verduras a pescados o mariscos.

Te vamos a explicar cómo preparar la tempura de verduras en casa, de forma sencilla y sin necesidad de comprar ingredientes especiales. Además es un plato económico y de lo más resultón.

Cómo preparar una tempura de verduras perfecta

1. La elección de las verduras es a tu gusto: zanahoria, calabacín, cebolla, pimiento... Lávalas bien y sécalas con papel de cocina.
2. Corta las verduras en bastones (la zanahoria, el pimiento...), en aros (la cebolla), en ramilletes (brócoli, coliflor) o medias rodajas (calabacín, por ejemplo).
3. En un bol prepara la tempura: echa harina con una pizca de sal y añade agua fría con hielo. Bátelo bien hasta obtener una textura como de nata.
4. Pon a calentar abundante aceite de girasol (es más neutro de sabor). Tiene que estar entre 180-200º C. Si no tienes termómetro para medir la temperatura exacta, echa una gota de la tempura a la sartén. Si sube rápido a la superficie, es que ya está listo para la fritura.
5. Sumerge las verduras en la mezcla de la tempura y fríelas por tandas pequeñas unos 2 minutos.
6. Los trucos: no hay que echar muchos trozos a la vez a la masa para que esta no se caliente ni muchas piezas a la vez al aceite para que no se enfríe. Puedes hacerlo con unas pinzas de cocina para que no se te pegue en los dedos
7. Una vez fritas las verduras en tempura, deja que escurran en un plato forrado con papel de cocina o en un colador.
8. Sirve inmediatamente para que no pierda su textura. Se suele acompañar de una salsa agridulce (salsa de soja, miel, vinagre, mostaza y zumo de limón cocidos a fuego lento en un cazo 5 minutos) o, sencillamente, salsa de soja.
9. Otro truquillo: si en lugar de agua fría, le añades agua con gas (tipo Vichy) o cerveza, le da mucha esponjosidad.