Torta galesa o torta negra, el bizcocho eterno ¡que aguanta hasta un año! (con vídeo)

Lleva muchas especias, y frutos secos, y licor, y chocolate... Dicen que su sabor mejora con el paso del tiempo y que se mantiene perfecta ¡durante 365 días! Es un postre tradicional de Gales que se creó en Argentina, te contamos su historia y te damos la receta

Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil
Cristina Alvarez

Directora de Cocina Fácil y periodista especializada en gastronomía

Torta galesa
Youtube

¿Te imaginas un bizcocho que, en lugar de endurecerse mejora con el paso de los días? Parece ciencia ficción, pero es verdad: es la torta galesa o torta negra. Y hoy te vamos a contar cómo se prepara.

Pero antes, te explicamos un poco más sobre la historia de esta torta. La inventaron inmigrantes galeses que llegaron a Argentina en el siglo XIX. Tenían pocos alimentos y debían sacarles el máximo partido, así que mezclando lo que tenían a mano (harina, azúcar, frutos secos, frutas confitadas, miel...) consiguieron una tarta que duraba días y días.

Dicen que la torta galesa incluso está más deliciosa con el paso del tiempo, que potencia sus sabores, ¡y que dura 1 año entero! Eso sí, solo podrás comprobarlo si tienes la paciencia y el aguante de tenerla en casa... ¡y no comértela! Lo cuenta muy bien Paulina, del canal de Youtube Paulina Cocina, en este vídeo.

En Chubut, la provincia argentina donde se instalaron los colonos galeses, todavía siguen la tradición de preparar esta torta negra como base de los pasteles de boda. Durante el convite, se comen solo la parte de arriba de la tarta nupcial, pues la base de torta galesa se la reservan a los novios, bien guardada en un recipiente hermético, para que vayan comiendo un poco el mismo día de la boda de los siguientes meses, durante su primer año de matrimonio.

Torta galesa o torta negra
Para 6-8 personas
Ingredientes
  • 300 gramos de pasas rubias y negras
  • 200 gramos de azúcar moreno
  • 200 gramos de mantequilla en pomada
  • 400 gramos de harina
  • 4 huevos
  • 3 ciruelas pasas
  • 1/2 vaso de coñac
  • 1 cucharadita de raíz de jengibre
  • 1/2 cucharadita de nuez moscada
  • 1 clavo de olor
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • 1 cucharada de levadura en polvo
  • La ralladura de 1 limón
  • 200 gramos de frutos secos
  • Azúcar glas
Paso a paso
  1. Macera las pasas

    Pon el coñac en un cuenco y añade las pasas. Remueve un poco y déjalas macerar toda la noche (en la receta original, se dejan incluso dos días en el licor).

  2. Bate el azúcar con la mantequilla

    Pon el azúcar moreno en un cuenco y añade la mantequilla troceada. Integra ambos ingredientes con varillas eléctricas, hasta lograr una masa cremosa.

  3. Añade los huevos

    Ve añadiendo los huevos, de uno en uno, a esta masa. Bátelos con varillas eléctricas y no añadas el siguiente hasta que el anterior esté bien integrado.

  4. Mezcla los ingredientes secos

    En otro bol, mezcla la harina, el cacao, la levadura y las especias. Remueve con una espátula o una cuchara.

  5. Agrega los frutos secos

    Pica groseramente los frutos secos y añádelos a los ingredientes secos. Puedes utilizar los frutos secos que más te gusten: nueces, almendras, avellanas, cacahuetes, anacardos...

  6. Incorpora las pasas

    Escurre las pasas del coñac y añádelas a la mezcla de huevos. Remueve bien. Agrega también las ciruelas pasas, troceadas.

  7. Termina la masa

    Incorpora la mezcla de ingredientes secos a la masa húmeda, en varias veces, e intégrala con una espátula.

  8. Hornea la torta

    Prepara un molde, engrasándolo con mantequilla o aceite y espolvoreándolo con harina. Sacude el molde para eliminar el exceso de harina y vierte la masa en su interior. Hornea la torta a 160º durante 1 hora y 15 minutos aproximadamente. Comprueba el punto de cocción pinchando la torta con una brocheta. Si sale limpia, ya puedes retirarla del horno. Si sale sucia de masa, prolonga el horneado unos minutos.

  9. Retira la tarta del horno

    Cuando esté cocida, retira la tarta del horno y déjala enfriar sobre una rejilla. Cuando esté fría, espolvorea la superficie con azúcar glas.

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