Rosquillas de limón y naranja, receta de la abuela fácil y esponjosa

Las rosquillas "de la abuela" de toda la vida son un placer para los sentidos. Dulces, suaves y con un toque cítrico, tienen además una ventaja genial: son facilísimas de hacer. Anímate a prepararlas, sácalas en tus reuniones o meriendas... Y no quedará ni una. ¡Garantizado!

Marta Sánchez
Marta S. Galindez

Periodista especializada en gastronomía

Rosquillas de limón
Cocina fácil

Las rosquillas fritas son todo un clásico en nuestros hogares. ¡Quién no recuerda esas tardes de domingo! Mezclando la masa, dándole forma y friéndola en aceite caliente...

Somos muchos los que pasamos momentos deliciosos con nuestras madres, abuelas o tías, disfrutando del proceso (y por supuesto, del resultado). Es una receta en la que todo son ventajas: es facilísima, los ingredientes están en cualquier despensa, se tarda muy poco en terminar y las rosquillas son deliciosas. ¿Qué más se puede pedir?

Hoy vamos a preparar rosquillas de limón y naranja, pero hay muchas otras opciones. Desde las rosquillas de anís, un clásico cuyo origen se remonta a la cultura árabe del siglo X, hasta las rosquillas de limón "de la abuela" de toda la vida.

El secreto de esta receta es que incluye un pequeño truco, un almíbar delicioso para que las rosquillas permanezcan esponjosas y ricas durante toda una semana. ¡Si es que llegan!

Rosquillas de limón y naranja: un dulce con siglos de historia

Las rosquillas tienen un origen muy antiguo. Se cree que la receta se inventó en la cuenca mediterránea, concretamente en Grecia y el Imperio Romano. Allí existía la costumbre de freír masas preparadas con harina de trigo y cubrirlas después con miel o almíbar.

A través del mar llegó hasta los árabes, que empezaron a aromatizar la masa con anís o cítricos (naranja y limón). Y fue la Península Ibérica el lugar desde el que la receta se extendió por Europa.

Con esta receta de rosquillas de limón y naranja, tendrás el éxito garantizado. Gustarán tanto que las prepararás por docenas. ¡Manos a la obra!

Vídeo: cómo hacer rosquillas de limón y naranja

La receta paso a paso es de 'Aisha cocina para todos!'. Como verás, no puede ser más fácil ni mejor explicado. También te contamos cómo hacerla a continuación. ¡No te lo pierdas!

Rosquillas de limón y naranja
Para 4 personas
Ingredientes

Para el almíbar:

  • 500 ml de agua
  • 100 g de azúcar
  • 3 cucharadas de miel
  • La corteza de una naranja (quita bien la parte blanca)
  • 1 palo de canela
  • 3 cucharadas de anís dulce (opcional)

Para la masa:

  • 9 cucharadas de azúcar
  • La ralladura de 1 limón y 1 naranja
  • 9 cucharadas de leche
  • 9 cucharadas de aceite de girasol o de oliva suave
  • 375 g de harina
  • 1 cucharada de levadura de sobre o polvo para hornear
Paso a paso
  1. Prepara el almíbar

    En un cazo, mezcla el agua y el resto de los ingredientes. Pon al fuego; cuando hierva, baja el fuego y cocínalos a 5 minutos removiendo con la espátula de vez en cuando. Reserva.

  2. Mezcla los ingredientes (excepto la harina y la levadura)

    Pon el azúcar en un cuenco. Añade la ralladura de los cítricos y mezcla perfectamente con la espátula. Añade los huevos y bate con una varilla, a mano, durante 5 minutos. Incorpora la leche y el aceite y mezcla todo bien.

  3. Tamiza la harina con la levadura y añádelas

    En un bol aparte, vierte la harina y la levadura sobre un colador grande. Tamiza la mezcla para evitar que se formen grumos. Incorpóralas a la mezcla anterior poco a poco, sin dejar de batir con la varilla. Tiene que quedar una masa homogénea y algo pegajosa.

  4. Da forma a las rosquillas

    Úntate las manos con aceite. Coge porciones de masa y haz rosquillas como de 5-6 cm de diámetro. Puedes cortar discos y hacerles un agujero en el centro, o moldear churros y unirlos. Recuerda que al freírlas, el agujero se hará más pequeño.

  5. Fríe las rosquillas

    En una sartén, pon abundante aceite de oliva suave o de girasol. Cuando esté caliente, baja el fuego a medio-bajo y fríe las rosquillas de cuatro en cuatro. Cuando estén doraditas, sácalas y ponlas sobre un papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.

  6. Báñalas en almíbar y azúcar... ¡Y a comer!

    Para que se pegue bien a las rosquillas, el almíbar tiene que estar templado y ellas, frías (o al revés). Báñalas una por una y pásalas por un plato donde habrás puesto un montoncito de azúcar. Este baño hará que se mantengan esponjosas durante varios días.

Trucos de chef para hacer tus rosquillas más ricas y sanas

Aunque no lo parezca, estas rosquillas de limón y naranja pueden quedar todavía más sabrosas. Por ejemplo:

  • Cuando hagas el almíbar, utiliza mitad de agua y mitad de zumo de naranja colado: verás cómo aumentan el sabor y el aroma.
  • Otra opción es prescindir de la fritura y preparar tus rosquillas de limón al horno. Solo tienes que precalentar el horno a 190 grados y poner las rosquillas en una fuente, sobre papel de hornear. Mételas durante 20 minutos y déjalas enfriar. De cualquier manera, ¡estarán fantásticas!