La gastronomía de nuestro país es una de las mejores valoradas a nivel mundial. El jamón, la tortilla o la paella son solo algunos de los platos estrella que no dejan indiferente a nadie. De hecho, nuestro país se posiciona en el quinto lugar a nivel mundial con 244 estrellas Michelin. España solo se sitúa por detrás de Italia, Japón, Alemania y Francia. La variedad culinaria y su versatilidad es uno de los mayores atractivos que posee. Sin embargo, como en todas las cocinas del mundo, existen algunos platos menos exquisitos para según que paladar. La reconocida guía gastronómica ‘Taste Atlas’ ha incluido algunos de ellos entre los peores del mundo.
Los 8 perores platos del mundo son españoles
La conocida revista gastronómica ‘Taste Atlas’ que se encarga de destacar los platos más sabrosos del mundo, ha elaborado ahora un ranking para enmarcar cuáles son los peores. Lo cierto es que, según sus expertos, hay ciertas variedades poco apetitosas. Tal vez son demasiado arriesgadas o quizás no son aptas para todos los paladares. En cualquier caso, una de las guías de ‘Taste Atlas’ ha desarrollado una lista con los 100 peores platos del mundo y 8 de ellos están en España. Los expertos han evaluado casi 400.000 opiniones para determinar cuáles son los peores platos y “promover aquellas comidas locales que son excelentes”.
La guía también pretende “instilar orgullo en platos tradicionales y despertar la curiosidad den los que no se hayan probado”. De hecho, gracias a ese ranking son muchos los paltos que han ganado mucha atención. Cabe destacar que la mayoría de las opciones españolas peor valoradas son bocadillos, pese a la gran cultura de este que existe en nuestro país. De hecho, en Cataluña es una de las opciones más populares a la hora de consumir una comida o cena ligera y deliciosa.
Según la revista ‘Taste Atlas’, una de las peores propuestas es el bocadillo de sardinas que describe como un “sencillo sándwich que, aunque es muy socorrido y popular, no parece que fuera de las fronteras españolas tenga una buena reputación”. Junto a este se sitúan otros emplatados como el de carne de caballo, verduras o anchoas. Tal vez, la cultura de este tipo de bocadillos solo triunfa en nuestro país, y este es uno de los motivos por los que los comensales del resto del mundo califican con las peores notas las propuestas. Según la mencionada guía, el pan tiene una puntuación global de 1,9 estrellas sobre 5.
Aun así, estas opciones gastronómicas no son las únicas que se sitúan al final de la lista. Para sorpresa de muchos, otras opciones más tradicionales y caldosas tampoco son dignas de una medalla de oro. Es el caso de las gachas, el caldo de papas, el gazpacho de mango y la cazuela de angulas originaria del País Vasco. Es cierto que el ranking se ha elaborado según miles de opiniones de todo el mundo, pero esto no quiere decir que sea un consenso único. De hecho, en nuestro país la mayoría de estos platos son algunas de las propuestas más deliciosos y populares.
Dos postres españoles se cuelan en la guía
Más allá de las citadas propuestas que se pueden servir como entrante o primer plato, la guía ‘Taste Atlas’ también ha evaluado los mejores postres del mundo. Para sorpresa de muchos, dos de los peores dulces son españoles. Es el caso de la tortilla de manzana tradicional de Asturias que se sitúa en 91º posición y el pastel cordobés en 92º lugar. La primera propuesta no habría contentado a la mayoría ya que se asocia la apariencia de una tortilla con un plato salado y principal.
El segundo postre típico de la gastronomía de la ciudad que le da nombre ha sido heredado de la cultura árabe. Su receta tradicional contiene caballo de ángel, canela, huevo y manteca de cerdo entre los ingredientes principales. Este delicioso pastel cordobés para sus lugareños no ha sido capaz de contentar a la mayoría de los extranjeros. Como cada paladar es único, los expertos recomiendan probar los mencionados platos para tomar una decisión acerca de ellos. En cualquier caso, este ranking se ha utilizado para dar voz a algunos de los paltos menos conocidos a nivel mundial y empapar e inspirar a otras cocinas con propuestas tradicionales.