Pensar en la Semana Santa es hacerlo en vacaciones, en procesiones, en planes interminables con amigos y, obviamente, en torrijas. Para el desayuno o el postre, con un café; para la merienda, con un chocolate o un vino dulce... las torrijas son el postre por excelencia de la Cuaresma, junto con otros dulces como los borrachuelos o la leche frita. Ya estén bañadas en vino o en leche, este manjar, que surgió como un postre de aprovechamiento, es uno de los dulces más codiciados y pedidos en Cuaresma, aunque su éxito ha hecho que adquieran un carácter atemporal y se vendan durante todo el año.
Restaurantes, obradores y confiterías llenan sus cartas y sus escaparates de torrijas cuando llega la Semana Santa, época en la que centran todos sus esfuerzos a la hora de preparar este dulce. En Madrid, hay una pastelería que, en esta semana, prepara unas 11.000 torrijas. Cocinan sin parar desde las 7 de las mañana hasta las 7 de la tarde y, capitaneados por Roberto Martín, que agradece a las redes sociales la viralización de este postre, pueden presumir de hacer la torrija más famosa de la capital. Te hablamos de la pastelería El Riojano, ubicada en la Calle Mayor, 10 de la ciudad.
La pastelería de Madrid que hace 11.000 torrijas en Semana Santa
Aunque pueda parecer una cantidad desorbitada, en El Riojano preparan, en tan solo una semana y media, unas 11.000 torrijas. Estos esfuerzos, que se concentran en el Jueves Santo y el Viernes Santo, donde venden entre 1.900 y 2.000 torrijas diarias, tiene a sus trabajadores ocupados durante 12 horas al día, cocinando torrijas sin parar. Un obrador que lleva un ritmo de escándalo en Cuaresma gracias a la viralidad que las redes sociales le han otorgado a sus torrijas, según cuenta el repostero jefe al cargo de El Riojano, Roberto Martín. El confitero asegura que, a pesar de que en Madrid hay 585 pastelerías, la suya es una de las 20 que cuentan con el sello de obrador artesano.

Con más de un siglo de historia, las torrijas de El Riojano son las más populares de Madrid.
@pasteleriaelriojano
El Riojano fue fundado en 1855 por Dámaso Maza, el repostero personal de María Cristina de Borbón y, más de un siglo después, el local permanece prácticamente intacto. Cuenta con un salón de té oculto y ofrece también otros dulces emblemáticos, como el roscón de Reyes, el tocino de cielo o los bartolillos. Las torrijas, sin embargo, son el dulce que ha llevado a El Riojano a la fama. Están elaboradas siguiendo la receta clásica, con el objetivo de respetar la tradición de los maestros pasteleros que dieron la vida al local.
Empapadas en leche o en vino, las torrijas de El Riojano están creadas a partir de pan de brioche que ellos mismos elaboran el obrador. Una rebanada empapada, rebozada en huevo, frita y endulzada con canela o azúcar que venden por 4,60 € la unidad y que podemos conseguir, de lunes a domingo, en horario de 9:00 a 21:00 horas. Además, hasta las 19 horas, podemos hacer pedidos a domicilio o, si lo preferimos, hacer la compra online y recogerla en tienda a partir de las 10:30 horas.
La historia de El Riojano

El Riojano abrió sus puertas en 1855, de la mano de Dámaso Maza, el repostero de María Cristina de Borbón, quien se encargó de la decoración del local.
El Riojano
A pesar de que el nombre de la confitería se debe a que su fundador, Dámaso Maza, era de La Rioja, la decoración del local es obra de María Cristina de Borbón. Fue la monarca quien encargó a sus ebanistas construir los mostradores y las vitrinas del local a partir de bronces ricos, mármoles de Carrara y caoba traída de Cuba. Aunque, con el paso del tiempo, algunas de las vitrinas han sido sustituidas, al igual que el suelo, El Riojano guarda reliquias de sus orígenes, como el horno de leña (que actualmente no se usa), las básculas antiguas o la caja registradora.