Te gusta la gastronomía griega ? ¿Y la morcilla? Si la respuesta a ambas preguntas es sí, hoy estas de suerte: aquí tienes una receta genial que relaciona ambos conceptos de una forma sabrosa, original y fácil de preparar: musaka de morcilla. Hoy te proponemos esta especial alternativa a la musaka tradicional, con todo el sabor de los productos autóctonos como la morcilla, que en este caso sustituye una parte de la carne picada en la receta. La morcilla es un embutido a base de sangre de cerdo cocida, aromatizada con especias y a la que en muchas ocasiones se le añade cebolla y piñones. Elige la variedad de morcilla que más te guste y prepara esta receta, ¡te encantará! Una versión de lo más original La musaka es un plato típico del Mediterráneo Oriental, aunque la receta griega es la más reconocida. Se trata de una especie de lasaña que alterna capas de berenjena, carne picada y bechamel. A partir de aquí, surgen todo tipo de variaciones del plato original con diferentes ingredientes y composiciones. Hoy te traemos una versión de la musaka de lo más original y sabrosa, que consiste básicamente en añadir morcilla a la lasaña griega, un producto muy típico de nuestro país y muy diferente según la zona de la que proceda. Musaka de morcilla Para 6 personas Ingredientes 1 cebolla 2 dientes de ajo 1 zanahoria 2 manzanas de la variedad que prefieras (mejor que no sean ácidas) 4 tomates 500 g de carne de cerdo picada 1 lata de maíz dulce en conserva 1 kg de berenjenas Sal Aceite de oliva virgen extra 250 g morcilla en caldera 1 cuña pequeña de queso semicurado Para la bechamel: Grasa de la morcilla (o aceite o mantequilla) 100 g de harina 750 ml de leche Sal Paso a paso Hacer el sofrito Pon un buen chorro de aceite de oliva virgen extra a fuego alto. Corta la cebolla en dados y ponla a sofreír en la cazuela. Añade el ajo laminado y la zanahoria pelada y cortada en dados. Baja un poco el fuego. Añadir la carne Pela las manzanas, retira el corazón y córtalas en dados. Añádelas a la cazuela. Tritura los tomates con la batidora. Agrega al sofrito la carne picada de cerdo, el tomate triturado y el maíz escurrido. Baja a fuego medio y deja cocinar hasta que el tomate esté frito y haya perdido agua. Preparar la berenjena Corta la berenjena en rodajas de 1 cm aprox y fríelas en una sartén con aceite de oliva por ambos lados hasta que estén ligeramente doradas. Ponlas en un plato con papel absorbente y reserva. Cocinar la morcilla en caldera Cuando ya esté cocinado el tomate en el sofrito, añade la morcilla y deja cocinar a fuego medio 5 minutos. Hacer la bechamel Para hacer la bechamel pon en una sartén al fuego la grasa de la morcilla (si lo prefieres puedes usar aceite de oliva o mantequilla). Cuando se haya derretido añade la harina y mezclar para que la harina se vaya cocinando. Ve añadiendo poco a poco la leche, mezclando bien para que se vaya cocinando hasta que obtengamos una bechamel cremosa y homogénea. Rectifica de sal. Montar la musaka Engrasa una fuente de cristal apta para horno con un poco de aceite. Coloca una capa de berenjenas (utilizando la mitad de las rodajas) hasta cubrir toda la base. Seguidamente extiende sobre las berenjenas la mitad del ‘relleno’, el sofrito de carne, y después extiende de la misma manera la mitad de la bechamel. Vuelve a poner otra capa de berenjenas, añade la otra mitad del sofrito de carne y cubre con el resto de la bechamel. Termina rallando queso por encima. Hornear Pon la musaka en el horno precalentado a 180 grados y hornea durante unos 15 o 20 minutos hasta que el queso esté gratinado. ¡Listo para servir! Un truco para que la berenjena no amargue A la hora de elaborar la musaka, ya sea esta de morcilla de caldera o la versión tradicional griega, la berenjena es uno de los ingredientes principales. Para evitar que estén amargas, algo que sucede en ocasiones, puedes ponerlas en un bol una vez cortadas en rodajas, espolvorearlas con sal y tapar con un film transparente. Déjalas así media hora y después escurre el líquido amargo que hayan soltado. Ya están listas para cocinar.