Indispensable para realzar y dar profundidad a platos marineros como el suquet de rape o la caldereta de pescado, aunque también se puede usar en guisos de carne, especialmente de cordero. El majado de almendras y ajo es una de las salsas que todo cocinero debería conocer y utilizar, sobre todo si quiere conseguir que sus recetas queden de auténtico lujo. Lo hemos descubierto gracias al canal 'Chef Amadeo'. Una idea efectiva y supersencilla Muy usado en toda la zona del Mediterráneo, especialmente de la Comunidad de Valencia, este majado es muy sencillo de realizar. Solo tienes que freír los ajos con las almendras y el pan en una sartén o freidora con abundante aceite y, cuando estén listos, triturarlos con un puñado de cacahuetes , unas hojitas de perejil y un poquito de vino blanco reducido . Así de fácil. Salsa de almendras y ajo Para 6 raciones Ingredientes 20 almendras peladas 6 dientes de ajos pelados 3 rebanadas de pan Varias ramas de perejil 1 puñado de cacahuetes fritos 1/4 de vaso de vino blanco reducido Aceite de oliva virgen extra Paso a paso Fríe las almendras Coloca las almendras, los ajos y el pan en una sartén con abundante aceite o en una freidora y déjalos dorar durante unos minutos. Introduce los ingredientes en el vaso de la batidora Mientras, pon un puñado de cacahuetes en el vaso de la batidora y unas hojitas de perejil, sin las ramas. Cuando las almendras, los ajos y el pan estén fritos, escúrrelos bien, trocea el pan y coloca los tres ingredientes en el vaso. Tritúralos bien Incorpora un poco de reducción de vino para mojar el pan y tritura todo bien hasta que te quede una salsa espesa . Consejos y variantes Si te sobra salsa, no te preocupes. La puedes guardar en la nevera durante 1 semana o mantenerla en el congelador y usarla cuando te apetezca. Para que te sea más fácil de utilizar, guárdala en una bandeja para cubitos de hielo. Para hacer la reducción de vino, simplemente coloca el vino blanco en una sartén y déjalo calentar hasta que se evapore todo el alcohol. El chef añade un puñado de cacahuetes al majado, pero, si quieres, puedes sustituirlos por avellanas . El resultado es una pasta consistente y muy sabrosa, que, además de enriquecer los platos en los que se utiliza, también sirve para espesar el caldito en el que se cocinan los ingredientes.