El kardinalschnitte, o también llamado rebanadas de cardenal , es un postre de origen austriaco que debes probar porque te encantará. Aunque se cree que proviene de Austria, hay quienes dicen que es un postre alemán. Su origen no está del todo claro, pero sin duda, su delicioso sabor es una auténtica realidad. Su preparación requiere muy pocos ingredientes y consiste en capas de bizcocho y merengue , relleno de nata aromatizada con café, a veces también se añade mermelada. De todas formas, si no les gusta el café, pueden dejarlo simplemente con nata o añadirle cacao. Kardinalschnitte o rebanadas de cardenal Para 4 personas Ingredientes 4 huevos 175 g de azúcar glas 1 cdta. de zúmo de limón 40 g de azúcar 2 cdts. de esencia de vainilla 70 g de harina Mermelada al gusto Paso a paso Prepara el merengue Separa las claras de tres huevos y añade una cucharadita de zumo de limón. Bate las claras a máxima velocidad, añadiendo gradualmente 150 gramos de azúcar glas. Sigue batiendo hasta obtener un merengue firme. Hornea el merengue Forra una bandeja de horno con papel para hornear y forma pequeñas tiras de merengue sobre él. Hornea a 120 grados durante 50 minutos, hasta que estén firmes. Prepara el bizcocho En un bol, mezcla las tres yemas de huevo restantes con una entera, esencia de vainilla, una pizca de sal y 40 gramos de azúcar. Bate hasta que la mezcla esté blanquecina. Tamiza 70 gramos de harina y mézclala con la masa. Rellena y monta Rellena los huecos entre las tiras de merengue con la masa del bizcocho. Luego, coloca otra capa de merengue sobre la masa. Hornea a 160 grados Celsius durante 25-30 minutos, hasta que el bizcocho esté cocido. Prepara la nata Monta 500 ml de nata bien fría con esencia de vainilla y 25 gramos de azúcar glas. Unta mermelada sobre la capa de merengue y coloca la nata montada encima. Cubre con la otra parte del bizcocho y alisa la superficie. Refrigera durante al menos dos horas antes de servir. Hemos encontrado esta receta en el canal de YouTube "Recetas de Esbieta" y no podíamos dejar pasar la oportunidad de compartirla contigo. Anímate a prepararla en casa. Todos querrán la receta porque desaparecerá en cuanto lo saques a la mesa, te lo aseguramos.