Es uno de los factores que genera más estrés de las comidas de Navidad. Te has organizado, has ido a comprar los ingredientes con antelación, llegas del mercado o el súper y... ¡oh Dios mío! No te cabe todo en la nevera y el congelador ya está hasta los topes.
¿Cuál ha sido tu error? No incluir estos dos electrodomésticos en tu lista de prioridades. Por eso, un mes antes de la Navidad (más o menos), debes hacer un buen repaso de la nevera y el congelador.
Estas son las 3 claves a seguir:
1. Vacíalos al máximo unas semanas antes. Intenta que estén lo más vacíos posible. Un mes antes haz una limpieza (tira todo lo que esté caducado o estropeado) y ve consumiendo ordenadamente todo lo que puedas para liberar el máximo de espacio.
2. Planifica y aprovecha el espacio. Cocina las preparaciones que puedas tener hechas con antelación (salsas, sofritos, carnes rellenas...) y guárdalas en recipientes ajustados a su tamaño, para que ocupen lo mínimo en la nevera o el congelador. Y ten en cuenta que los recipientes cuadrados o rectangulares (no redondos) permiten aprovechar mejor el espacio. Otro buen truco: etiquétalos con lo que contienen para no tener que irlos abriendo uno a uno hasta encontrar lo que buscas. En el congelador, las bolsas se adaptan mejor y ocupan menos que los tuppers.
3. Distribuye bien lo que guardas. Pon en la puerta salsas, aliños y botellas. Destina un estante de la nevera a cada tipo de plato (por ejemplo: primero, segundo y postre, o verduras y frutas, carnes y pescados), así te resultará más fácil localizarlo todo. Guarda las bebidas, que ocupan mucho espacio, en un espacio exterior (el balcón, la terraza, el patio...). Como hace frío, luego solo necesitarán un par de horitas de nevera para estar perfectos, y en ese momento ya habrás vaciado la nevera y el congelador de los ingredientes de tus recetas. Este espacio exterior también es ideal para guardar verduras, hortalizas, frutas y huevos (siempre que no hiele, claro).
Y un último truco...
¡Piensa en el hielo! Suele ser una de las cosas que olvidamos con más frecuencia, y ocupan mucho sitio en el congelador. Pero son imprescindibles para refrescos, combinados y cócteles. Cómpralos el último momento (el último día de tiendas abiertas, aunque hoy en día muchos establecimientos están abiertos las 24 horas. Eso sí, si apuras mucho puede que se les hayan acabado). Si puedes comprar los de tamaño mediano, mejor que los que son muy grandes, que ocupan más volumen. Viértelos en un recipiente y ten a mano una cuchara de servir, así será más fácil cogerlos.