Verduras salteadas con trufa: el acompañamiento elegante y saludable para todos tus platos

¿Buscas un acompañamiento rápido y delicioso? Estás de suerte, estas verduras salteadas son ideales para cualquier ocasión

Aurora Gonzalo
Aurora Gonzalo

Periodista especializada en gastronomía

VERDURAS SALTEADAS.
VERDURAS SALTEADAS.
Cocina Fácil / RBA / STELLA ROTGER
4 personas
20 min
230 Cal

3

(30 votos)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Salteado

Tipo Plato:

Acompañamientos

Primeros platos y entrantes

Precio:

Dificultad:

Sin gluten
Sin lactosa

Las verduras salteadas son una opción imbatible para comenzar con buen pie cualquier tipo de comida. Su preparación sencilla, rápida y su sabor fresco las hacen la guarnición perfecta para cualquier plato, o incluso el más sano de los entrantes o la más saludable de las cenas. Tienes que probar esta equilibrada conjunción de zanahorias, remolacha, piñones y un toque de trufa, te aseguro que se combinan a la perfección para dar lugar a un bocado que destaca por su ligereza y, al mismo tiempo, por su riqueza de sabores.

Además de sabor, estas verduras salteadas aportan un colorido que hará que cualquier mesa luzca de maravilla, además, como no podía ser de otra manera, son increíblemente saludables. Estamos hablando de un plato que combina enormes beneficios para la salud, pero sin renunciar al sabor. Como tantas otras veces os repito que comer sano no tiene por qué ser aburrido.

Una de las ventajas a mi modo de ver más interesantes de este plato es que, a diferencia de otros acompañamientos que pueden resultar más pesados, este plato es la opción ideal para abrir el apetito sin llenarte. Perfecto para comenzar una comida más copiosa o para acompañar un plato de carne o pescado más contundente.

Ingredientes paraVerduras salteadas con trufa: el acompañamiento elegante y saludable para todos tus platos

  • 12 Zanahorias
  • 2 Remolachas cocidas
  • 40 gramos de Piñones
  • 1 Diente De Ajo
  • 1/2 Trufa Negra
  • 4 cucharadas de Aceite De Oliva
  • Sal
  • Pimienta

1. Prepara las zanahorias y remolachas

Para empezar, pelamos bien las zanahorias y las lavamos a conciencia. No queremos que quede nada de tierra ni impurezas. Una vez limpias, las secamos con papel de cocina para eliminar cualquier exceso de humedad. Hacemos lo mismo con las remolachas cocidas, aunque estas no necesitan tanto esmero, ya que suelen venir precocinadas en su propio jugo. Las cortamos en daditos, listos para el salteado. También aprovechamos para pelar y picar el ajo.

2. Salteamos las zanahorias

En una sartén antiadherente, calentamos el aceite de oliva a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, añadimos las zanahorias y las salteamos durante un par de minutos. La idea es que adquieran un tono doradito pero que conserven algo de su textura crujiente. Luego, bajamos un poco el fuego, tapamos la sartén y dejamos que se cuezan durante dos minutos más. El objetivo es que queden tiernas por dentro, pero no demasiado blandas.

3. Añadimos la remolacha, los piñones y el ajo

Pasados los dos minutos, destapamos la sartén y añadimos los daditos de remolacha, el ajo picado y los piñones. Estos ingredientes se cocinarán rápidamente, así que no hace falta dejar mucho tiempo. Lo ideal es que la remolacha y los piñones se doren ligeramente, mientras el ajo suelta su aroma inconfundible. Salpimentamos al gusto y seguimos removiendo con una cuchara de madera para que todo se integre bien.

4. El toque final con la trufa

Para finalizar, retiramos la sartén del fuego y, justo antes de servir, decoramos las verduras con láminas muy finas de trufa negra. Este detalle puede parecer pequeño, pero créeme, hace toda la diferencia. La trufa le da un toque sofisticado y un aroma que eleva las verduras salteadas a otro nivel. ¡Y ya está! Un plato sencillo, saludable y delicioso que podrás disfrutar solo o acompañado.

Dos consejos rápidos, en primer lugar, cuece al punto la remolacha y si optas por comprar remolacha cocida, asegúrate de que no esté demasiado blanda. Debe tener algo de textura para que no se deshaga al saltearla. Segundo consejo, la trufa, siempre al final: como bien sabes, la trufa es un ingrediente delicado. No la cocines, solo ponla al final, cuando ya tengas el plato listo para servir.

Si te gusta esta receta, pero quieres darle tu toque personal, aquí tienes algunas ideas. Puedes sustituir las zanahorias por calabacín o las remolachas por pimientos, dependiendo de la estación.

Las verduras de temporada siempre tienen más sabor y mejor precio. En lugar de piñones, prueba con almendras fileteadas o avellanas troceadas. Le darán otro tipo de crujiente y sabor. Un toque de balsámico: Añade unas gotas de vinagre balsámico al final para un contraste ácido que combina a la perfección con las verduras dulces.

Ya sea como plato principal o acompañamiento, estas verduras salteadas te van a salvar en más de una ocasión. Fáciles de hacer, saludables, y con un toque sofisticado gracias a la trufa, son la opción perfecta para esos días en los que quieres comer bien sin complicarte. Así que la próxima vez que no sepas qué preparar, lánzate a las verduras salteadas, tus comensales te lo agradecerán.

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