Golosas y deliciosas, estas trufas de coco están pensadas para los fans del chocolate blanco. Porque este es el ingrediente principal, aunque también llevan coco rallado y leche condensada. Por eso son una explosión de sabor y es posible que no puedas comer solo una. Con las cantidades de ingredientes que te damos en la receta te saldrán unas 35 trufas (algo más pequeñas que una pelota de pingpong). La idea es que sean dulces de bocado , es decir que puedas llevártelas enteras a la boca y dejar que se deshagan mientras las saboreas. Pero puedes hacerlas más pequeñas y también más grandes, tú decides su tamaño. Preparar estas trufas de chocolate blanco y coco es tan sencillo como derretir el chocolate (puedes hacerlo al baño maría, como te indicamos en la receta, o también al microondas, en pequeños intervalos de unos 10 segundos, para evitar que se queme), mezclarlo con el resto de ingredientes y reservar en la nevera para que la mezcla se endurezca y puedas manipularla. Luego, formas bolitas con esta masa de chocolate y coco y las rebozas en harina de coco y más coco rallado. ¿A que es sencillo? Eso sí, resérvalas en la nevera hasta el momento de servirlas si es verano o unos 5 minutos antes si es invierno. Si el chocolate blanco es una perdición para ti, no te pierdas estos otros postres, ¡son una delicia! ¿Qué aportan el chocolate blanco, el coco rallado y la leche condensada? El coco rallado, el chocolate blanco y la leche condensada son ingredientes comunes en muchas recetas y productos de repostería, cada uno aportando sus propias características y propiedades. Aquí tienes una descripción de las principales propiedades de cada uno: Coco rallado Alto contenido en grasas: el coco rallado contiene grasas, principalmente grasas saturadas, que le proporcionan su textura y sabor característicos. Fibra dietética: también es una buena fuente de fibra, lo que puede ser beneficioso para la digestión y la salud intestinal. Minerales: es rico en minerales como el hierro, zinc y magnesio, que son importantes para diversas funciones corporales. Sabor y textura: aporta un sabor dulce y tropical, y su textura seca y desmenuzable lo convierte en un ingrediente popular para decorar y agregar sabor a diversos postres. Chocolate blanco Grasas y azúcar: el chocolate blanco está hecho de manteca de cacao, azúcar y leche, lo que le da su color claro y su dulzura. Sin cacao sólido: a diferencia del chocolate negro o con leche, el chocolate blanco no contiene cacao sólido, por lo que carece de cafeína y teobromina. Sabor y cremosidad: tiene un sabor dulce y cremoso debido a la leche y la manteca de cacao. Es perfecto para aquellos que prefieren un sabor menos amargo y más suave. Leche condensada Azúcar y leche: la leche condensada es leche a la que se ha eliminado parte del agua y se ha añadido azúcar, lo que le da su textura densa y su dulzura característica. Alta concentración calórica: debido a su alto contenido de azúcar, la leche condensada es una fuente concentrada de calorías y carbohidratos. Sabor a caramelo: la leche condensada tiene un sabor dulce y cremoso, con un ligero toque de caramelo debido al proceso de cocción del azúcar.