El tocino o tocinillo de cielo es un postre tradicional donde los haya, procedente de Andalucía, más en concreto de Jerez de la Frontera, en Cádiz. Se elabora con yema de huevo caramelizada y suele tener el característico color amarillo de estas. Es un postre muy antiguo de esos que tienen su orígenes en los conventos medievales. Las monjas de la zona los hacían para provechar las yemas de huevo cuyas se empleaban en la clarificación del vino. La receta tradicional lleva únicamente yema, azúcar y agua pero esta nueva versión va saborizada con zumo de naranja. Además también lleva leche y gelatina, así que no hay que cocinarlos al baño María sino que se dejan enfriar en la nevera hasta que cuajen . La textura es mucho más suave y tienen un acabado más ligero y agradable además de un agradable toque de naranja. Es importante que el caramelo que utilices sea clarito para que no estropee el color amarillo tan bonito que tiene este postre . La clave es que al hacer el caramelo, lo apartes del fuego cuando empiece a tomar un ligero tono dorado sin que llegue a ponerse marrón. Si puedes, hazlos en moldes individuales pequeños, sino, hazlos en un molde grande y luego córtalos en cuadraditos para servirlo de manera elegante. Consejos: Trabajar con gelatina tiene su truco así que no te olvides de seguir paso por paso las explicaciones de la receta. Recuerda: primero disuélvela en el zumo, en frío , y una vez disuelta ya la puedes introducir en un líquido caliente. ¡Nunca lo hagas al contrario! Este postre hay que tenerlo preparado con antelación así que lo ideal es dejarlo reposar toda la noche en la nevera así que habrá que prepararlo el día antes de que vayamos a servirlo.