¿Tienes invitados y quieres sorprenderlos con un postre fácil, rico y vistoso? Estas mini tartaletas son la receta perfecta. Su base crujiente de pasta quebrada, la suavidad de la crema pastelera y el toque fresco de las frutas rojas las hacen irresistibles. Aunque a simple vista parecen complicadas de preparar, nada más lejos de la realidad. En esta receta se utiliza la pasta quebrada ya preparada, lo que simplifica la preparación y reduce el tiempo, tan solo tienes que extender la masa y forrar los moldes de tartaleta . Recuerda pinchar la base con un tenedor para evitar que suba al hornear, o, si lo prefieres, coloca un poco de papel de horno con peso encima (garbanzos secos, arroz...) y hornea, te asegurarás que quedan bien lisas. Si te gusta este formato de tarta en versión individual no te pierdas estas otras ideas perfectas para tus comensales. Unas tartas mini de cheesecake con base de galleta , unas tartaletas de crema de cacao y vainilla o estas tartaletas de chocolate . ¡Te encantarán! Cómo preparar brillo para frutas Prepara un almíbar denso con 120 gramos de agua, unas gotas de zumo de limón y 250 gramos de azúcar. Lo dejas en ebullición hasta que se disuelva el azúcar totalmente y quede bien espeso. Retira del fuego y agrega 1 hoja y media de gelatina bien escurrida, previamente hidratada en agua fría durante 5 minutos. Remueve bien y ya tendrás un brillo casero. Deja enfriar a temperatura ambiente y pincela la fruta de tus tartaletas. No dejes enfriar demasiado la gelatina o se solidificará. Puedes darle cualquier aroma: vainilla, limón...