Con una textura densa y supercremosa, y una base de galleta crujiente, las tartas de queso son de esos postres que despiertan pasiones. Y no es para menos porque quedan deliciosas. Hoy, en Cocina Fácil, te traemos una versión, facilísima, que no te dará pereza hacerla y con la que vas a quedar muy bien. Seguro que tu familia o tus amigos te la van a pedir cada dos por tres. Y si quieres descubrir otras versiones de tartas de queso, no te pierdas la de La Viña , que fue escogida por The New York Times como "sabor del año 2021" o el cheesecake al estilo neoyorquino . Y si te apetece descubrir una idea original, echa un vistazo a los vasitos de cheesecake con arándanos y grosellas . Laboriosa, pero sencilla de realizar Para que tu tarta de queso con arándanos quede tan bonita como en la foto, primero debes preparar la base de galletas. Nosotros hemos escogido unas tipo digestive , que son más consistentes, las hemos aplastado hasta obtener una textura de arena y las hemos mezclado con mantequilla a temperatura ambiente. Una vez consigas una masa de galletas homogénea, ya la puede extender en la base del molde. Acuérdate de apretar ligeramente con el dorso de una cuchara o con las yemas de los dedos para que la masa quede bien compactada. Así, luego, cuando la cortes, no se romperá. Para el relleno, hemos optado por un queso cremoso que aportará un extra de suavidad a la tarta. Colócalo en un cuenco amplio y tritúralo bien con la nata, los huevos y el sirope de agave . Más tarde, agrega la pulpa de la vainilla, la harina de maíz y la ralladura de limón . Usa unas varillas manuales para que todo quede bien integrado. Si optas por una batidora eléctrica, introducirás demasiado airea a la mezcla y, al hornear, esta subirá demasiado y luego se hundirá. Una vez llegado a este paso, solo te quedará colocar la crema de queso sobre la base de galletas y hornear durante unos 40 minutos a 180 °C. Sabrás que tu tarta está lista, cuando, al pinchar con un palillo en el centro , este sale limpio. Debe quedar un poco temblorosa en el centro y firme en los bordes. Luego, retírala del horno, déjala enfriar y… a comer. Un postre para disfrutar en compañía Perfecta para servir en una ocasión especial, esta tarta gustará a todos tus comensales, incluso a los más gurmés. Y si te sobra algún porción, cosa poco probable, guárdala en la nevera dentro de un recipiente hermético y te durará varios días. También la puedes congelar. Consejos y variantes para la tarta de queso con arándanos Nosotros hemos usado una mermelada de arándanos , pero la puedes sustituir por la variedad que más te guste: de fresas, de ciruela… Sobre la fruta para decorar, en lugar de frutos rojos, decántate por unos fresones cortados por la mitad o cualquier otra fruta que tengas en casa: melocotón, nectarinas, mango, higos … También puedes agregar ralladura de naranja o de limón por encima o por unos frutos secos : nueces, almendras, avellanas… Y, si te gusta el chocolate , espolvorea unas virutas o unas lascas por encima. Para conseguir mayor contraste, escoge chocolate negro. Al servir, limpia el cuchillo con agua caliente entre corte y corte. De esta forma no dejarás mermelada en la parte interior de queso y las porciones individuales quedarán perfectas. Corta la tarta justo cuando se vaya a consumir.