La sopa boba, también conocida como la sopa de los peregrinos , es un guiso que se cocina con el sobrante de otras comidas y que, si alguna vez lo eres, es un avituallamiento llovido del cielo. No hay nada más reconfortante después de una caminata de más de veinte kilómetros que llegar a alguna posada, fonda o albergue donde te la puedan servir. En su origen no existía mucho cuidado a la hora de hacerla, simplemente se ponía en el puchero todo lo que se encontraba en la cocina. No importaba mezclar alimentos sin maridaje. Todo dentro y punto. Con el paso del tiempo se ha refinado mucho y puedes elaborar un plato de primera con, por ejemplo, sopa de cocido, patatas guisadas y carne. Las sobras de una merluza o bacalao al horno con garbanzos guisados son otras opciones para preparar una buena sopa boba usando la salsa o el caldo de los alimentos cocinados . Siempre habrá que añadir la cantidad de agua que se necesite o una simple pastilla de caldo concentrado. “Vive de la sopa boba” La famosa expresión “vive de la sopa boba” declara los orígenes de este plato que se servía a los viajeros, peregrinos y en los hogares de beneficencia . Hoy en día podrás tenerla en tu mesa si sigues nuestras sencillas recomendaciones convirtiéndote en un “sopista” del siglo XXI . La evolución de este yantar la ha convertido en plato representativo, por ejemplo, de Ciudad Real. También de la gran sopada en Villarrubia de los Ojos.