Los desayunos y las meriendas suelen ser los momentos más peligrosos del día. Es cuando más "pecados" solemos cometer ya que es habitual recurrir a bollos y dulces (muchas veces industriales) y dejamos de comer alimentos que son mucho más saludables como los lácteos o la fruta. Una buena alternativa para sustituir los primeros y tomar más de los segundos son los smoothies ya que combinan ambos ingredientes. Un smoothie es incluso más saludable que un zumo de fruta y es que, en este caso, conservamos también la pulpa. ¿Sería todavía mejor comer la fruta entera ? Sí, pero no está mal del todo consumirla de esta manera sobre todo porque incluimos un alimento de lo más recomendable como el yogur para mejorar la microbiota intestinal. Este lo hemos preparado con mango pero en realidad se puede hacer lo mismo con cualquier fruta, aunque mejor si es bastante sabrosa y de una textura suave. Lo único que hay que hacer es trocearlo y triturarlo con el yogur (recuerda, natural y sin azucarar) y añadir el resto de los ingredientes a la batidora hasta obtener una textura bien fina y suave. Consejo: Si le pones jengibre fresco ojo con la cantidad. No te pases o podría llegar a picar. Si optas por jengibre en polvo puedes ser tener algo más de generosidad porque tiene un sabor más suave . Ante la duda, prueba y rectifica. Siempre será mejor quedarse corto y luego añadir más cuando estamos usando un ingrediente con un sabor tan potente. Puedes convertir este smoothie en un lassi de mango, un postre tradicional de la India, cambiando el agua por leche de vaca y añadiendo un poco de azúcar y cardamomo.